viernes, 24 de julio de 2009

NOVIA INSACIABLE

Me la dejó ir despacio en mi ano y empecé a gemir como loca. Cada vez más fuertes las embestidas me hicieron llorar de placer y dolor a la vez, sentía que estaba fuera de este mundo con el clímax que traía, en eso siento unos chorrotes de leche caliente dentro de mi culo, era la verga de pepe que se estaba viniendo dentro de mí, y con eso tuve para venirme otra vez.

Esa noche no encontraba como deshacerme de mi novio, era miércoles, las 10:30 de la noche, recuerdo que eran días de vacaciones de verano, ya había quedado de verme con pepe, unos de mis amantillos cuando estudiaba la universidad en la escuela de marina naval, obviamente que por cada 3 mujeres de un salón habían 30 hombres, era un internado para ser exacta pero en esos días eran vacaciones todos los alumnos estaban fuera en sus casas, pepe ya me había estado enviando mensajes a mi celular para que corriera a su casa a mi novio, así que fingí estar muy cansada y con dolor de cabeza.

Anndrea: Mi amor sabes, me duele horrible la cabeza y traigo un sueño pesadísimo, no es que te esté corriendo pero la verdad ya me quiero ir a la cama.

Ramiro: está bien mi amor te dejo para que descanses nos vemos mañana te amo mucho. ¡Siii! Pensé dentro de mí al fin!, lo despedí a fuera de mi casa y en cuanto vi que dio vuelta en la esquina en su coche corrí por mi celular al cuarto y le mande un mensaje a pepe que pasara por mí en 30 minutos en lo que me arreglaba, me asome al cuarto de mi mami y ya estaba bien dormida con mis hermanitos, así que me metí a darme una ducha express al baño, Salí rápido del baño empapada me metí a mi cuarto, a secarme y empecé a ponerme ropa, me puse una tanga de hilo color amarillo junto con su sostén del mismo color, cabe mencionar que soy una morena clara de 1.75 centímetros de estatura, de una cintura envidiable, unas nalgas muy bien formadas, levantadas y carnosas, unas tetas bastante frondosas y de pezón grande, de pelo largo y ondulado, ojos verdes…

Esa tanga me partía las nalgas en dos se me veían formidables, me puse una minifalda amarilla, una blusa sin tirantes rayada de colores rosa, amarillo, verde, blanco, unas zapatillas altas color rosa, me veía bastante cachonda, bueno de echo estaba muy caliente para ser exacta jaja, me estaba terminando de maquillarme cuando me llegó un mensaje a mi celular, era pepe diciéndome que estaba afuera de la casa esperándome en su coche.

Me puse perfume y salí rápido de mi casa en silencio para que mi mamá no despertara aunque si me hubiera descubierto no creo que haya habido ningún problema con que saliera con otro que no fuera mi novio, ella siempre me había dicho que no me estancara con Ramiro porque yo estaba muy chica para estar con un solo muchacho, que conociera más muchachos, que viviera la vida etc.,. de hecho solo tengo 20 años, por eso pienso que ella sabe de mis aventurillas y se queda callada alcahueteándome mis pequeñas travesuras, bueno en fin cerré la puerta de mi casa y entré rápido al coche de pepe volteando para todos lados que no me viera algún vecino, me plantó un beso y me dijo:

Pepe: hola Anndreita, ya tenía unas semanas sin saber de ti, que rico hueles y que buena te ves con esa ropita mi reina.

Yo me sonreí coquetamente y le di las gracias, nos fuimos a dar la vuelta y nos paramos en una calle bastante alejada de mi casa y obscura, empezamos a besarnos, los dos estábamos muy calientes, el empezó a meterme manos en mi tetas que ya estaban muy paradas y de una me bajó la blusa y empezó a chupármelas, yo recliné el asiento hacia todo atrás disfrutando de esa lengua rasposa que me comía mis par de tetas haciéndome gemir.

Anndrea: Hummmmm, así papi, chúpamelaaaaas, muérdemelaaaaaas, que rico…

Yo estaba gimiendo despacio pero rico, en eso se baja y me saca la tanguita, me abre de piernas y empieza a mamarme la conchita que para ese entonces ya estaba muy empapada y muuuy caliente, de arriba hacia debajo me daba los lengüetazos…

Anndrea: haaaaagg, ¡Siiiii! Aaaaaah, asiiiiii, comemelaaaaaa, haaaaagg…

Me hacía delirar de placer el condenado mocoso, así estuvo como 3 minutos haciéndome venir dos veces, hasta que me baja del carro y me hinca a un lado de la puerta y se saca la verga de su pantalón, ya estaba muy parada y gorda, lubricada, aunque la tiene más grande mi novio a mi me excita probar otras vergas, luego me prendí de ella, a darle unas buenas mamadas, desde los testículos hasta la punta del glande, con una mano se la deslizaba de arriba hacia abajo y con mi boca le chupaba la cabeza fuerte, a pepe nomas se le volteaban los ojitos, así estuve 5 minutos cuando de repente me quita y me dice:

Pepe: espérame Anndrea que me vas a hacer venir no seas golosa.

Entonces me levanta y me voltea de frente hacia al carro y me recarga, me sube poquito la mini y como no traía tanga me acomodo su verga por atrás y me la dejo ir despacio.

Anndrea: mmmmm, Aaaaaaaaaaaaahhh…

Gemí quedito de placer al sentir esa verga tan caliente atravesarme mis nalgas, empezó lento a sacármela y metérmela restregándome sus huevos en mis nalgas, con su mano me levanta una nalga para que su verga entrara más profunda, ya con mis tetas de fuera me rebotaban con sus embestidas, estaba saca y mete, saca y mete cada vez más violento.

Anndrea: aaaaay, asiii, aaaay que rica verga tienes pepe, Aaayy me tienes enviciadaa, ahaaaa…

Ya estaba gimiendo un poco más fuerte de placer, entonces me levanta una pierna con una mano y yo le rodeo el cuello con una mía para sostenerme y empieza a bombear más fuerte aun.

Anndrea: Mmmm, siii, asiii la sientooo más pepeee…

En eso me tumba y me pone en cuatro patas y empieza a bombearme fuerte rebotando sus huevos en mis nalgotas que se escuchaba el chasquido y mis tetas rebotando en mi pecho, entonces él se sienta en el cofre del carro, y hace que me ensarte en su verga dándole la espalda a él, me le monto y empiezo a subir y bajar cada vez más rápido y a disfrutar esa verga tan dura y caliente de pepe, sentía rebotar mi tetas al aire libre yo ya estaba totalmente desinhibida y delirante de placer en eso me abre la puerta de su coche y me pone de espaldas recostada en el sillón y empieza a juguetear con mi ano.

Pepe: Huuy Anndreita si vieras como le he traído ganas a este culito ya ni me acordaba que se sentía coger contigo. Anndrea: Mmmmmm, ándale ensártamela ya estoy que me vengo solita pepee…

Me la dejó ir despacio en mi ano y empecé a gemir como loca…

Anndrea: Aaaaaaaaay siii, ensártamela pepe, desflórame, quiero que me des por el culooo. Cada vez más fuertes las embestidas me hicieron llorar de placer y dolor a la vez, sentía que estaba fuera de este mundo con el clímax que traía, en eso siento unos chorrotes de leche caliente dentro de mi culo, era la verga de pepe que se estaba viniendo dentro de mí, y con eso tuve para venirme otra vez.

Anndrea: aaaaaah que rica lecheee, ahaaaa, Siiiii…

Ya mi calentura estaba saciada, por esa noche me puse mi tanguita y me subí mi blusa, ni me limpié el culo del semen de pepe, me había quedado bastante lubricado y sabroso, con ese olor de macho que me enloquece, me subí al coche y me llevó a mi casa, ya más arregladita le di un beso en la mejilla de despedida y le di las gracias, como niña buena y ya más tranquila de mi calentura entré a mi casa y me asomé al cuarto de mi mami y aun seguía dormida, así que me metí al mío y me descambié y desmaquillé y me puse mi pijama, Ahhaa y el culo así me lo dejé lleno de semen hasta el otro día en la mañana que me duché me lo lavé…

MI PRIMER INFIDELIDAD

Se recostó en el escritorio, en esta posición ya de frente nuevamente le introduje el miembro en su trasero que permanecía abierto como pidiendo más y más, ella gemía cada vez que se la metía lo que me excitó muchísimo, y justo antes de terminar se retiró del miembro y se hincó delante de mi chupándomela como jamás me lo habían hecho hasta que terminé en su boca.

Todo empezó el día en que renunció mi asistente, yo soy cirujano, ella era una señora de unos 50 años de edad, nada atractiva a la vista y obviamente contratada por mi esposa para que fuera mi asistente. Inmediatamente colocamos un anuncio en el periódico local para cubrir ese puesto y en efecto rápidamente empezaron a llegar solicitudes a las cuales mi esposa fue atendiendo y realizando entrevistas.

No pasó una semana para cuando mi esposa había tomado la decisión de contratar a alguien, para mi sorpresa contrató a lo que me imaginaba se trataba de una mujer joven, de 20 años de edad, que realmente se veía de menor edad; me comentó que se había decidido por ella ya que le había dicho que de esa manera podría pagarse sus estudios.

Le comenté que dentro de sus actividades estaba el de acompañarme en el consultorio de manera permanente, y acompañarme a la exploración de los pacientes, asistiéndome en procedimientos que realizara en mi consultorio, así como en el tener listo todo el material necesario para ello. Dijo que no había ningún problema ya que lo había hecho anteriormente con otro médico.

Pasaron las semanas y todo iba muy bien, ella siempre vestida de una manera seria, podría decirse, ropa muy discreta, siempre muy limpia, sin embargo no dejaba de llamar la atención que debajo de aquella vestimenta se escondía una mujer con un cuerpo bien moldeado, podía apreciarse unos pechos redondos, firmes, una cintura pequeña, y unas caderas no muy anchas pero muy bien formadas, sin dejar de mencionar ese trasero paradito que no dejaba de mirar cada vez que me daba la espalda.

Llegó aquel viernes que me cambió la vida, eran las 8 de la noche hora en que siempre recibo al último paciente del día para ir a descansar a casa, o para cumplir con alguna guardia en alguno de los hospitales en donde trabajo, faltando cinco minutos para que se llegara la hora me avisó mi secretaria que el paciente había cancelado la cita, le dije que podía marcharse, a mi asistente, que de aquí en adelante llamaré Angélica, también le dije que podía marcharse, sin embargo ella me dijo que todavía tenía algunas cosas pendientes que hacer para el siguiente día tener todo listo, asentí con la cabeza y seguí trabajando en la computadora en ordenar algunos expedientes pendientes también.

En el consultorio tengo un área de exploración la cual está, digamos, aislada del resto del lugar para comodidad del paciente al ser explorado sin ropa, no pasaron 5 minutos para cuando ella se acerca al escritorio y me dice, – Doctor, me da mucha pena decirle esto, pero tengo unos días con un problema, yo se que no es ginecólogo pero igual es médico y me puede ayudar un poco… le dije que con toda confianza me contara. Me dijo, -Hace 1 semana que he sentido un poco de comezón allá abajo (sonrojándose) después de seguir interrogando le dije que no podía darle algún diagnóstico sin antes explorarla, pero que la entendía que no quisiera que la explorara sin que estuviera alguien más presente. - No importa, he visto como trata usted a sus pacientes y me da mucha confianza el que me revise, dicho eso pasó a ponerse una bata de exploración.

Mientras ella se desvestía, esperando yo encontrarla desnuda de la cintura hacia abajo únicamente, cual fue mi sorpresa cuando me llamó al cuarto de exploración, para avisarme que se encontraba lista, se encontraba desnuda completamente, vestida únicamente con las diminutas batas que utilizamos para la exploración, lo que dejaba transparentar sus pequeños pezones a través de la delgada piel, se recostó sobre la cama de exploración y abriendo un poco sus piernas dejó al descubierto aquella panochita totalmente depilada mostrándome sus labios vaginales totalmente apetecibles, aunque estoy acostumbrado a ver pacientes en esa situación en esta ocasión fue distinto, traté de contenerme y de esconder mi excitación que empezaba a notarse.

Procedí a revisar, lentamente separé esos labios, introduje el espejo vaginal y realmente no encontré nada anormal, al contrario todo aquello parecía tan sano, le dije que con una mano me señalara el lugar exacto donde sentía más molestia e inesperadamente tomó mi mano y me dijo mire aquí, en este lugar es donde más molestia siento, dirigiendo uno de mis dedos hacia su clítoris que empezaba a asomarse de entre su capuchón. Y empezó a moverlo con movimientos circulares, traté de retirar mi dedo pero fue más fuerte la atracción que yo. Le dije que no estaba bien eso y me dijo que siguiera, que sabía de mi situación y por ella no había ningún problema a lo cual yo accedí.

Seguí acariciando su clítoris mientras nuestros labios se unieron en un beso, su mano empezó a acariciarme el pene por encima del pantalón que estaba apunto de reventar de la excitación, su respiración comenzó a sentirse agitada al igual que la mía, con una habilidad que me impresionó sacó de entre el pantalón mi pene, que tiene unos 17 cms. de largo y es un poco gruesa, y se la llevó a la boca dándome una chupada sensacional, la chupaba de arriba abajo, sabía lo que hacía.

Nos pusimos en posición de 69 sobre la camilla, que nos resultó un poco chica para ello pero como pudimos nos acomodamos, ahora al mismo tiempo que recibía una mamada tenía su panocha a la altura de mi cara y chorreando su lubricante que parecía quemar mi lengua, tenía a mi disposición sus dos entradas, mientras me comía su panocha con un dedo jugueteaba con su culo a lo que ella respondía con gemidos que me ponían a mil.

Nos levantamos de la mesa de exploración y dejó caer su bata dejándome ver esos pezones que había podido admirar a través de la tela, eran unos pezones pequeños de color rosado al igual que su conchita, apuntaban hacia arriba, y sus pechos, que aunque no de mucho volumen, bastante ricos, bien formados.

Nos fuimos hacia el consultorio y me sentó en la silla, se hincó frente a mi y siguió chupándomela, primero chupeteaba la cabeza y luego se la metía toda en la boca, de vez en cuando me volteaba a ver con esos ojos color miel y una cara angelical que me hacía sentir en las nubes.

Se incorporó diciéndome, – Suficiente ahora me toca también a mi sentir rico, y abriéndose las nalgas se fue sentando en mi miembro lentamente dándome la espalda, sintiendo como se introducía en su vagina cada centímetro de verga dándome un espectáculo increíble, mientras veía como se dilataba su culito al abrirse con sus manos las nalgas. Estando totalmente ensartada se echó hacia atrás dejándome tocar sus pechos desde atrás mientras con movimientos circulares de su cadera me hacía sentir en las nubes.

Continuando yo sentado se levantó y se volvió hacia mi, ahora de frente, se sentó nuevamente introduciéndose lentamente la verga, ya en esta posición las embestidas fueron aumentando de intensidad, ya no nos importaba ser oído o que alguien entrara a la recepción del consultorio, después de un momento le dije que me venía a lo que ella respondió aumentando la velocidad de las arremetidas, sacándome toda la leche que derramé dentro de su panocha.

Creyendo que había sido todo se levantó del asiento y antes de que yo me pudiera incorporar nuevamente se arrodilló frente a mi y comenzó a chupármela, diciéndome antes de esto que aun no había terminado, que faltaba un poco más. Después de unos momentos mi miembro comenzó a responder poniéndose duro ante cada mamada que me daba.

Estando totalmente repuesto se empinó agarrándose de la orilla del escritorio y diciéndome ahora me toca por detrás papi, nuevamente se separó las nalgas dejándome ver su culito, se metió un dedo a la boca, lo llenó de saliva y posteriormente empezó a dedearse el culo hasta empezar a dilatarlo mientras con la otra mano me seguía jalando la verga y de vez en vez se la metía en la boca, cuando fue suficiente la dilatación adoptó la posición anterior, se agarró fuerte al escritorio y me dijo, - Anda, cogeme por el culo, hazme tuya.

Lentamente fui introduciéndole la verga en su estrecho culo, al principio con cierta resistencia pero posteriormente entraba y salía con una facilidad increíble, estuve bombeando por un rato, y cuando dejaba de moverme ella se incorporaba un poco y con movimientos de adelante atrás sola se la metía hasta que los huevos topaban con su panochita.

De pronto se la sacó y se recostó boca arriba en el escritorio apoyando sus manos en el para quedar semi sentada, en esta posición ya de frente nuevamente le introduje la verga en su culito que permanecía abierto como pidiendo más verga, ella gemía cada vez que se la metía lo que me excitó muchísimo, y justo antes de terminar se retiró del miembro y se hincó delante de mi chupándomela como jamás me lo habían hecho hasta que terminé en su boca.

Después de esto se limpió su cara angelical y poco a poco se fue vistiendo, primero se puso su tanga que por mucho tiempo había pasado desapercibida para mí pero que según me dijo todos los días usaba ese tipo de ropa interior.

Después de esa ocasión lo hemos seguido haciendo no solo en mi consultorio sino que nos vemos para ir a algún motel, pero esas ya serán otras historias.