lunes, 14 de junio de 2010

Mi cita con Nora


Y ahora sentado en un sillón, mientras mi sexo se adentra en su boca, mientras me complace alzando la mirada para comprobar mis reacciones a sus caricias, recuerdo aquella niña extrañada porque pudiéramos acariciarnos tres horas, asombrada de que la hiciera caricias que no eran habituales para ella, temerosa de mirar en el espejo la imagen de su propio cuerpo enlazado con el mío.

Permitid que, primero, me describa. No soy nada especial. O tal vez sí, pero no soy consciente de serlo. Tengo más de 50 años, en toda mi vida no he ido más de tres veces a un gimnasio, pese a lo cual mantengo un tono muscular aceptable pero tengo al menos 10 kilos más de los que debería pesar, conservo todavía todo mi pelo aunque de un gris más claro cada día. Para completar mi descripción diré que el tamaño de mi sexo es corriente, tirando a pequeño, en la parte baja de las estadísticas.

Nora es una hembra apetecible, capaz de excitar a un hombre mientras la contempla… Tiene esa edad indefinida de las mujeres maduras atractivas, entre 35 y 45 años… ni pequeña ni grande, en una medida exacta y bien proporcionada, su cuerpo se sostiene en dos piernas muy bien torneadas, muy bien definidas aunque no musculosas, sólidas, de tobillos fuertes… Me gusta contemplarla por detrás cuando lleva zapatos de tacón alto, medias y falda… son piernas de hembra poderosa, que proclaman su fuerza de mujer en su plenitud…

Cuando las medias acaban a medio muslo y se levanta la falda para que pueda contemplarlas en toda su longitud, destaca la tersura de la piel… muslos blancos y suaves… Sí… tiene la piel suave y delicada, tersa, en todo el cuerpo, pero especialmente en los muslos… los he disfrutado en algunas épocas en que se apretaban, rebosantes, juntándose uno al otro y cerrando los espacios… los he disfrutado en otras, como ahora en que está más delgada, haciendo un breve hueco entre ambos, apenas una pequeña rendija en la parte del centro… pero siempre blancos, de piel delicada, suave y tersa…

Vista de frente o desde atrás, sus caderas se abren en una curva muy bien dibujada, de guitarra bien construida, de mujer consistente, sin exageraciones… como es ella… para cerrarse de inmediato en una cintura estrecha… En la suave y muy breve curva de su vientre no puede descubrirse el rastro de sus maternidades… Ese vientre resulta juvenil y tan terso como antes destacaba en sus muslos… En la breve protuberancia de su pubis, apenas un mullidito cojín bajo su vello, se anuncia la promesa de un sexo húmedo, jugoso y sabio, capaz de acariciar el sexo de un hombre como si tuviera vida y placeres propios…

Tiene los pechos pequeñitos, infantiles, y tal vez por ello capaces de desafiar la fuerza de la gravedad y mantenerse erguidos, mirando hacia arriba con descaro, con sus aureolas rosadas y no muy grandes, los pezones de respuesta fácil a las caricias, dispuestos a endurecerse y sobresalir con el contacto de una mano o de una lengua…

Sus brazos son finos, rematados por unas manos rotundas, fuertes, acostumbradas al trabajo y a los esfuerzos tal vez, o tal vez fruto de la herencia de siglos de mujeres trabajadoras en su estirpe, pero cuando las usa conmigo son delicadas, suaves, un poco torpes e inexpertas al principio, un poco inseguras siempre, pero al final eficaces, capaces por sí solas de extraer cuanto placer pueda guardar el cuerpo de un hombre…

De hombros rectos, casi siempre acariciados por su propio pelo, cortado en media melena morena, el cuello exacto, la expresión de la cara de mujer feliz, a veces pícara, otras serena, las más inquieta e interesada en todo lo que la rodea… Recientemente he descubierto la expresión que puede tener cuando contempla una película pornográfica en la que una mujer vestida al estilo de las matronas romanas devora un inmenso falo imposible de meter en una boca humana…

La mejor combinación, claro, sus ojos y su boca… pueden volver loco a un hombre… pero eso no es para describirlo… eso es para vivirlo… no hay palabras… ¿Cómo pueden tantos hombres vivir sin saber lo que esa boca es capaz de provocar?

Y ahora, tranquilamente sentado en un sillón, mientras mi sexo se adentra en su boca, mientras me complace alzando de tanto en tanto la mirada para comprobar mis reacciones a sus caricias, recuerdo su larga evolución… desde aquella niña tímida extrañada porque pudiéramos acariciarnos tres horas, asombrada de que la hiciera caricias que no eran habituales para ella, temerosa de mirar en el espejo la imagen de su propio cuerpo enlazado con el mío.

Desde aquella mujer muerta de vergüenza al entrar en la habitación de una casa de citas, hasta esta mujer que se escribe en el cuerpo mi nombre cuando vamos a vernos, que desnuda su sexo bajo la falda, durante horas, mientras lleva a cabo las tareas cotidianas solo porque sabe que me gusta que lo haga, que se hace pajas a escondidas pensando en mi o me dice en voz alta que quiere ser mi mejor puta y follarme como nadie me haya follado jamás…

Sigue así, mi niña… sigue con esa boca llena de saliva matándome de placer… mientras, recuerdo aquel momento tan especial, muy especial por lo que podías sentir en ese instante, por lo que significaba de entrega a mi capricho… el día que traspasaste la puerta de la habitación sin saber si había otras personas dentro, sin saber si te entregaría a la lujuria de otros hombres y mujeres, si te acabarían acariciando, una vez atada, otras manos, otras lenguas, otros sexos…

No lo sabías… te había convencido de que vinieras, de que entraras y te dejaras vendar los ojos, que otras manos y otros sexos te asaltarían… podrás decirme que imaginabas que no habría nadie o que si había alguien más no volverías a verme… podrás decirme muchas cosas, pero atravesaste la puerta, te sometiste a mi capricho, te dejaste atar y vendar y, con los ojos vendados, me hiciste una mamada en medio de la habitación, arrodillada frente a mi, sin saber si estabas exhibiéndote frente a ojos desconocidos… Nunca te entregaste, ni te entregarás a nadie ya, como lo estabas haciendo en ese instante. Sí, un largo recorrido…

Entre aquella mujer algo infantil, inquieta y generosa, muy inocente y bastante insegura que conocí al principio y esta otra que me espera algunas veces al finalizar la jornada en el despacho vacío para desnudarse, dejar volar su recién descubierta lujuria y hacerme lo que me está haciendo ahora mismo, hay mucha distancia…

Entre aquella mujer que un día cargada de tensión y temblándole las rodillas se dejó besar en los labios un instante y la hembra que se abre el sexo con sus dedos para que mi lengua recorra mejor sus pliegues, parece haber pasado un mundo…


Entre aquella mujer aniñada que me confesaba no haber tenido nunca el sexo de un hombre en su boca y esta otra que abre mis cachetes para jugar con la punta de la lengua en los lugares más prohibidos, no hay apenas comparación…

Sin embargo eres la misma… me gusta de ti que pese a todo el recorrido que hemos hecho, pese a que sin duda has ganado muchísima seguridad y autoestima, sigues teniendo el aire de frescura inocente que siempre has tenido… Hummm, Nora…

Me voy… derramaré una vez más mi semen en tu boca mientras te contemplo de rodillas frente a mi…Y aunque es imposible verlo, aunque con mi sexo en tu boca no podría jamás nadie asegurarlo, yo sé que mientras me agitan los espasmos de placer, sonríes complacida al comprobar que, una vez más, me has elevado hasta tu cielo…

Sí… Lo sé… Lo veo en tus ojos… Ven… recuéstate en mi regazo, mi niña… descansa de tus esfuerzos de hembra complaciente… te quiero…

viernes, 4 de junio de 2010

Con la gemela de mi mujer



Mi esposa Laura tiene una hermana gemela idéntica que se llama Patricia, la cual se hizo pasar por mi esposa durante un viaje que tuvo, ahora entiendo porque esa tarde tuvimos sexo tan delicioso, pues lo tuve con mi cuñada y sin saber.Fue un sábado en el cual salió Laura a su viaje de trabajo, pero en la tarde llego a casa, claro Patricia, no se como consiguió una ropa igual a la de Laura pero llego diciendo que el viaje se pasaba al siguiente fin de semana, llego en medio de una fuerte lluvia diciéndome que le habían cancelado el vuelo por el mal tiempo. Que bueno así podremos aprovechar este fin de semana, le dije Me parece perfecto y quiero aprovecharlo desde ahora!, contestó.

Me pareció que hacia una seña como indicándome que la siguiera y me pareció que quería hacer uno de esos juegos eróticos donde cambiamos de roles y fingimos ser otras personas, mientras fui a la alcoba y espere a que saliera de la ducha la espere en las sabanas apenas con mi ropa interior, para cuando salió no podía creer como estaba vestida, tenia una ropa muy corta transparente que me dejaba ver sus pezones y la tanga que llevaba era muy delgada y unas pequeñas medias de encaje. Laura que ropa te pusiste??? Me encanta , pero en el juego quien quieres ser?, temía que quisiera ser una callejera o alguna striper, pero me sorprendió mas su respuesta. Quiero que imagines que soy Patricia mi hermana, Claro que si lo era pero yo no lo sabia. Quieres que me imagine teniendo sexo con tu hermana, Que tiene de malo, además somos gemelas y yo te gusto ella también, no tienes como negar como la miras cada vez que viene de visita, así que quieres hacérmelo cuañadito…

Me gusto tanto la idea que comencé a llamarla por su verdadero nombre sin saberlo, ella se acerco a la cama y quitando la sabana se subió sobre mi haciendo un 69, para el cual no estaba preparado, pero me acostumbre enseguida pues con su mano tomo mi verga y empezó a pegarse en los labios con mi glande al mismo tiempo que bajaba su conchita depilada a mis labios, y esa fue una pista para darme cuenta que en realidad me estaba follando a mi cuñada pues Laura no se depilaba por completo. Sus labios me estaban dando una gran mamada ya que solo escuchaba el tragar de saliva y su profunda respiración, alternando con pasadas de su lengua por mis bolas, sentí que me chorreaba pero le levante el culito y me entendió lo que quería, entonces me decía cuñadito métemelo profundo, así que la cogi de la cintura la puse en pose de perro y corriendo su tanga a un lado empecé a pasarle la cabeza de mi verga en su rajita, ella gemía como nunca la escuche, lo cual también debería despertar mis sospechas pero creía que era parte del juego, deje de frotarla y se la metí despacio hasta estrellar mis huevos contra sus labios vaginales, cogiendola de las tetas la acercaba a mi para no dejar de metérselo, ella solo gemía y pedía mas, en un momento ella se soltó y se tendió en la cama y girando sus piernas empezó a quedarse boca arriba,

Cuando aprendiste eso le pregunte a mi “esposa”, no dejes de follarme cuñadito era lo único que me decía, por su puesto yo estaba tan exitado de pensar en cogerme a mi cuñada que estuve por chorrearla de nuevo, pero ella me cogio la verga con sus dedos y la apretó en un punto que solo ella sabe y me logre contener, con sus manos mantenía sus piernas elevadas así que podía ver perfectamente como su hermosa y depilada vagina se tragaba toda mi verga, al tiempo que le masajeaba los pezones con mis manos. Luego de un rato me canse y le pedí que me montara lo cual le encanto así que me tendí en el borde de la cama y ella empezó a venir a mi de espalda se agacho y ubico mi verga en su rajita para bajar suavemente y como una maquina comenzó a mover sus caderas enloqueciéndome, se dio la vuelta y nuevamente tomo mi verga en sus manos y empezó a moverse contra mi. No podía dejar de besarla, chuparle las tetas y empujarla hacia mi de sus nalgas y emocionadísimo le decía Patricia me encantas, eres deliciosa, quería metértelo desde hace años. Eso la enloqueció al punto que gimiendo y meneado su cadera sobre mi, al mismo tiempo que movía su largo cabello me decía cuñadito yo también quería que me lo metieras y no me importan las consecuencias…

No le di significado a eso lo único que quería era chorrearle mi leche lo mas profundo y fuerte que pudiera y ella quería lo mismo porque no dejaba menar su culo, así con solo una mirada ambos entendimos que era el momento y comencé a sentir el calor en mi verga y luego sus jugos y los míos escurriendo por mis huevos, gimió casi hasta gritar, era tanto le placer que ni siquiera sentí sus uñas en mi espalda. Tendidos en la cama cansados y extasiados me dijo, Gracias por hacérmelo cuñadito. Laura deja ya el juego… No, no es ningún juego, Yo soy Patricia y mi hermana está en el aeropuerto Como, no juegues conmigo. Te repito que no es un juego, no me aguantaba las ganas de tenerte adentro, así que llamé a mi hermana y me dijo que aun estaba en el aeropuerto que debía esperar a que confirmaran el vuelo, y si lo cancelaban volvía a casa de sorpresa esta misma noche. Entonces acabo de tener sexo con mi cuñada y como si fuera poco viniste haciéndote pasar por Laura y para rematar ella la verdadera Laura puede llegar en cualquier momento.

Y se quito una de sus medias de encaje y vi que tenia una mancha en su tobillo y me mostró su mano, no tenia el anillo de matrimonio, lo cual me despertó una tremenda ansiedad de follarla de nuevo sabiendo que si era Patricia, pero me dio un beso y llamó al móvil a Laura. Hola hermanita, como estas, ah que pesar bueno entonces nos vemos mañana. Termino la llamada y Patricia me dice, tu esposa viene en camino, el vuelo lo cancelaron y en un rato llega así que si quieres aprovechar… No lo dude me monte encima de ella y lo hicimos de nuevo, pero esta vez me vine en su boca, debo decir que fue mucho mas delicioso ver escurriendo mi semen en su lengua, nos arreglamos en seguida y se fue. Tal vez lo mas excitante de esto es que nadie, a parte de mi esposa, notaria algo distinto pues al ser gemelas Patricia puede ser mi esposa si algún día volvemos a salir.