sábado, 30 de enero de 2010
Fantasias
Nuestra vida sexual ha sido, y es, muy buena. En la intimidad nos permitimos todo. Yo soy el motor de las fantasías que luego en la intimidad he logrado realizar. Siempre cuidando que el placer sea mutuo y que mi esposa disfrute del sexo más que yo, verla llegar al orgasmo y que pierda la cabeza en sus momentos de sumo placer me provoca las más sublimes sensaciones.
Siempre me aproveché del momento en que ella esta llegando al punto máximo de éxtasis para hacer efectivas mis fantasías. Por contarles un caso, hace varios años atrás, me excitaba sobremanera pensar en meterle un consolador en la concha y ver que lo disfrutara como si se estuviera masturbándose. Pensar que ella estaba llegando al orgasmo, gozando plenamente con una pija de goma, que ella misma se metía y sacaba de la concha me ponía fuera de mí. Me puse manos a la obra, conseguí el material y con cierta habilidad que tengo para hacer trabajos manuales, fabriqué una pija de medidas regulares, rígida como para que le entre sin doblarse y lo suficientemente suave como para que no la lastime y le proporcione el mayor placer posible. Con ese juguete en mis manos llegué a casa y lo oculté en el dormitorio. Nunca la forcé a nada sino que siempre busco que tengamos relaciones cuando ella está plenamente dispuesta. Esa noche se daban las condiciones. Por algo, que supongo, propio de la mujer y hormonal, ella está mucho más dispuesta y bastanta cachonda cuando termina de menstruar. En los días posteriores a la menstruación me busca más asiduamente y yo trato de estar siempre listo en esos momentos.
Preparé el juguetito poniéndole lubricante y lo dejé cerca de mi mano, cuando en plena relación, ella estaba cerca del clímax yo le preguntaba si le gustaría meterse algo en la concha, por supuesto, ella estaba tan fuera de sí y tan caliente que aceptaba todo lo que le decía. Saqué ese consolador y se lo empecé a meter hasta que lo dejé en sus manos y ella misma se lo metía y sacaba mientras yo le chupaba las tetas. Desde ese entonces incorporamos el juguetito a nuestras relaciones y lo disfrutamos cada vez que lo utilizamos.
Esto lo cuento porque en el terreno de las fantasías tengo una que es la madre de todas mis fantasías; es la de ver que a mi mujer se la está cogiendo otro hombre y que ella esté gozando al máximo. Algunas veces, en el momento de sumo placer, cuando ella está por llegar al orgasmo me demoro adrede en meterle la pija y ella me la pide con desesperación a lo que yo le respondo que no, que no la voy a coger que si quiere le traigo a otro, a lo que ella me responde que sí frenéticamente. Yo le pregunto: ¿a quién querés que te traiga? Y ella, loca de placer me responde, traéme a cualquiera que tenga ganas de cogerme. Yo la sigo estimulando hasta que llega el orgasmo y libera todas sus ansias. Las cosas no pasaban nunca de ahí. Solo una fantasía en el momento de tener relaciones, aunque en mi cabeza siempre daba vuelta la posibilidad de cumplirla en forma real.
Si se lo llegaba a proponer fríamente, lo más probable es que me tratara de loco. Por lo tanto tendrían que darse ciertas circunstancias para poder ver realizado mi sueño.
Cuando mi hijo menor se casó y dejó la casa, nosotros nos quedamos solos por lo que quedaron un par de habitaciones libres. Nos estaba costando un poco pagar el alquiler entonces decidimos rentar una de las habitaciones que tenía baño propio, aunque deberíamos compartir el resto de la casa.
Los tiempos no están como para meter extraños en la casa por lo que anunciamos el alquiler de la habitación entre nuestros allegados. Nos llegó la comunicación de una familia que habíamos conocido en unas vacaciones y con la cual manteníamos esporádicos contactos pero ahora nos hacían saber que un hijo de ellos de 22 años vendría a estudiar a nuestra ciudad y que el ofrecimiento de una habitación en nuestra casa sería perfecto para sus planes de estudio y trabajo.
A nosotros nos alegró que esta gente nos tome en cuenta porque sabíamos que eran muy honrados y nos quedábamos tranquilos al saber que no sería alguien tan extraño quien compartiría nuestra casa.
Así fue como hace unos 2 años llegó a casa Rolo, pelo negro, tez blanca de contextura regular, no muy musculoso, de muy buenos modales, de un aspecto casi inocente y un poco tímido. Se notaba rápidamente su forma de ser y como lo habían educado.
Apenas llegó le dimos un recibimiento casi familiar, le mostramos su habitación, que estaba a pocos metros de la nuestra y el resto de la casa para que se manejara con toda confianza. Desde los primeros días compartía con nosotros la mesa, por lo general a la hora de la cena, que era cuando el volvía de sus actividades y yo del trabajo, aunque no siempre coincidíamos con los horarios.
Cierta noche estábamos aún sentados a la mesa mirando TV; ya habíamos terminado de comer y me llamó la atención un gesto que hizo Rolo sin que él se diera cuenta. Mayra se había levantado de la mesa con algunos platos en la mano cuando sin querer se le cayó una cuchara ensuciando con restos de comida el piso de mosaicos. Como era su costumbre se puso a limpiar agachada en cuclillas, frotando con la mano un trapo en el piso. Mayra es muy recatada en su forma de vestir y al venir Rolo a casa se cuidaba un poco más pero estando de entrecasa tenía puesto un pantalón vaquero y una remera que al agacharse producía una doble vista de sus zonas femeninas.
Por un lado el pantalón se le abría un poco en la cintura y al estar agachada en esa posición de cuclillas, se le podía ver el final de la espalda y el comienzo de la raya del culo y por otro lado la remera, aunque tenía un pequeño escote, al inclinarse hacia delante dejaba ver sus tetas colgando, en esa pose se veían muy bellas y más grandes de lo que realmente eran. Observé que Rolo paseaba sus ojos de las tetas al culo de mi mujer y del culo a las tetas hasta que mi mujer se paro y se dirigió a la pileta de la cocina. Creo que Rolo se percató en ese momento que yo lo estaba observando, cambió la dirección de sus ojos y siguió mirando la TV.
En ese momento estalló como una bomba mi deseo de ver a Mayra cogida por otro. Esa misma noche tuvimos relaciones y en el momento de llegar al clímax refloté mi fantasía preguntándole si se dejaría coger por otro. Me dijo que sí -¿A quién querés que te traiga? –No se, traeme al que vos quieras. -¿Querés que te lo traiga a Rolo? Si si si traémelo y que me coja. Llegó al orgasmo, se empezó a calmar, me abrazó y así nos dormimos. Mi cabeza estaba que explotaba de deseos y lujuria.
A medida que pasaban los días le hacía el mismo jueguito a Mayra en la cama y por otro lado seguía observando que Rolo miraba el culo de mi mujer con bastante descaro. Si la miraba así delante de mí, que no haría cuando ha veces se quedaba solo en la casa. Pasaron unos meses y una noche se presentó la oportunidad de estar a solas con Rolo. Mi mujer había ido a la peluquería y se había retrasado un poco. Se quería hacer un corte de pelo provocativo, la menstruación se le había pasado hacía un par de días y en esas condiciones se preparaba para tener una noche de mucha actividad conmigo en la cama.
Rolo, ¿Te gusta el culo de mi mujer? – ¡Rafael! ¿que me esta insinuando? – Que te ví varias veces mirándole el culo a mi mujer, pero no te asustes no te estoy recriminando nada. –Le pido mil perdones, pero no fue mi intención faltarle el respeto a su señora. – No te preocupes por eso, no hay nada que perdonar pero te quiero hacer otra pregunta,y contestame con toda franqueza ¿Te gustaría cogértela? –Rafael, le confieso algo, yo soy virgen y desde que estoy viviendo acá con ustedes me hago la paja todas las noches pensando en el culo de su mujer. – Bueno, yo te propongo que te la cojas por la concha. ¿Te gustaría? – No me lo diga que de solo pensarlo me quiero ir al baño a hacerme una paja. –Pará, no vayas y reservate para ésta noche que a lo mejor se cumplen dos fantasías a la vez. – ¿Pero ella se va a dejar coger por mí?
Si se lo planteamos directamente no, pero si seguís mis instrucciones seguro que sí. Ésta noche cuando entremos Mayra y yo a nuestro cuarto espera que apague la luz; nosotros comenzaremos a hacer el amor; vos tenés que esperar cerca de la puerta, sin hacer ruido, cuando escuches tu nombre entrá en nuestro dormitorio, completamente desnudo. Ese será el inicio de tu sueño.
Mayra regresó de la peluquería, sabía que me gustaba verla con un nuevo look. Preguntó por Rolo y le dije que ya se había retirado a su cuarto. Yo ya me había bañado y le dije que la esperaba en la cama, ella se fue a pegar una ducha. Cuando entró al dormitorio había una luz tenue, le gustaba que la esperara así.
Se acostó en la cama a mi lado, completamente desnuda, esa era la señal que me daba haciéndome saber que estaba muy, pero muy cachonda. Nos pusimos de costado frente a frente y comencé a besarla, primero en la boca al mismo tiempo que pasaba las yemas de mis dedos a lo largo de su pierna derecha desde la rodilla hasta el glúteo. Ahí me detenía un momento y acariciaba su nalga suavemente, cada tanto pasaba la mano hacia delante, acercando mis dedos a su vagina pero sin llegar a tocársela. Sabía que esto le gustaba sobremanera porque notaba que se le ponía la piel de gallina en la parte trasera de sus muslos.
La empujé suavemente del hombro para recostarla boca arriba y empecé a besar suavemente sus pezones, le pasaba la lengua y se los mojaba con mi saliva. Aprisionaba uno de sus pezones ligeramente entre mis labio al tiempo que se lo succionaba y le pasaba duro la punta de la lengua por el pezón. Al mismo tiempo le daba con dos dedos suaves pellizcos en el otro pezón, cada tanto le pasaba la lengua y se lo mojaba con saliva y se lo sobaba nuevamente con las manos o ya con los nudillos aplicando un poco más de presión en las tetas, la seguía acariciando así pero ya le estaba aproximando mi mano derecha a su concha. Se la acariciaba por fuera o le separaba los labios de la vagina, abriéndole la concha sin meterle ningún dedo adentro. Cuando le mantenía la concha abierta de esa manera me empezaba a decir: aaaaah no me hagas así que me gusta mucho entonces recién en ese momento le empezaba a tocar suavemente el clítoris. Mientras con los dedos índice y anular le abría la concha, usaba mi dedo mayor para sobarle el clítoris, esto la encendía cada vez más ya que yo no paraba de tocarle la concha y de chuparle las tetas.
Estaba entrando en esa etapa de éxtasis que me pone loco de deseos, sin parar de hacerle todo esto empecé a hablarle: -¿Te gusta? –Si si si.- ¿Tenés ganas? –Si si. -¿Qué querés que te haga? -Hacéme lo que vos quieras. – ¿tenés ganas de coger? –Si cogéme, cogéme. -No yo no te voy a coger ¿Querés que te coja otro? –Si cualquiera, lo que quiero es que me cojan – ¿A quién querés que te traiga? – No se traéme a cualquiera, traéme a Rolo.
A todo esto yo no paraba de chuparle las tetas y de masajearle el clítoris, tenía la concha totalmente mojada y estaba en ese momento que perdía totalmente la cabeza y se dejaba hacer cualquier cosa.
Alzando un poco la voz le repetí: ¿Querés que te coja Rolo? (esa era la señal que hizo entrar a Rolo subiendo directamente a la cama) Sí que me coja Rolo pero ahora, yá, qué me coja yaaaaaá.!
Me puse un poco más de costado, deje de chuparle las tetas un momento. Sin parar de tocarle el clítoris hice que se abriera bien de piernas. –Así, abrite bien que te van a coger. –¿Así está bien? –Si así, que date así. Rolo se arodilló delante de ella, apoyó una mano a un costado del cuerpo de Mayra y con la otra mano le pasaba la punta de la pija por la concha totalmente mojada y abierta. El semen le ayudaba a lubricar toda la zona y le refregaba la cabeza de la pija por el clítoris. Yo me separé un poco y los dejé a ellos. -Ahh no me pases la pija así, que me da ganas de tenerla adentro. (cuando ella dice que no se lo hagas porque le da muchas ganas está pidiendo más y más pija). Rolo apuntó su pija derecho al agujero de la concha y se la empezó a meter, mientras se la estaba metiendo, Rolo se corrió por primera vez dentro de la concha de Mayra.
Cuando la tenía totalmente adentro apoyó las dos manos a ambos lados del cuerpo de Mayra y empezó a mover su pelvis yendo y viniendo, cabalgando alto sin sacar la pija de adentro de la concha de mi mujer. La tenía totalmente adentro, no se veía ni un pedazo de pija afuera. El pubis de ambos estaban totalmente pegados, parecían soldados. Se movían frenéticamente hacia atrás y hacia delante sin parar.
Rolo apoyó los codos casi a los lados de la cabeza de mi mujer, la tomó con sus manos por debajo de la nuca y empezó a besarla desesperadamente. Ella respondió de la misma manera y sin dejar de mover sus cuerpos se besaban, se chupaban la cara, se metían la lengua unos en la boca del otro y se lamían con total frenesí.
A los pocos minutos Rolo se corrió por segunda vez y la pija se le mantenía dura como un tronco. Mi mujer estaba gozando como nunca y daba alaridos:
.-Así, así quiero que me cojan toda la noche!!!
Yo estaba extasiado, con la pija más dura que nunca, disfrutando del polvo que le estaban echando a mi mujer.
Mayra notó que Rolo estaba aflojando en sus empujones, ella misma lo tomó con sus manos por las nalgas y lo movía para atrás y para adelante haciendo que su pija siguiera bombeando dentro de su concha. –No pares, no pares!!! Le decía mientras Rolo se echaba su tercero sin sacarla. Yo no aguante más y me acerqué nuevamente a ellos tomé la cabeza de mi mujer con ambas manos, le metí la pija en la boca y en un polvo interminable le deje toda la leche, era tan grande su excitación que fue la primera vez que se la tragaba.
Ella se pasaba la lengua por los labios tuvo un orgasmo sublime y separó sus manos de las nalgas de Rolo que ya estaba empezando a perder su erección por lo que sacó finalmente la pija de su concha. Yo me puse al costado de Mayra y Rolo se volvió para su cuarto sin decir una palabra. Nos quedamos dormidos así y a la mañana nos levantamos sin hacer comentarios.
Pasaron los días y cada vez que hacemos el amor, Rolo espera detrás de la puerta de nuestro dormitorio. Si escucha su nombre entra sin decir una palabra.
miércoles, 27 de enero de 2010
Mi lugar de fantasia
Este era un día como cualquiera solo que en este, se podía percibir una vibra muy agradable lo cual me agrado mucho ese día puesto que me encontraba muy estresado, por el trabajo, la escuela, la casa, deudas, infinidad de cosas que me tenían muy estresado, y por ende no podía centrarme en ninguna para poder salir adelante, ese día decidí despejarme y salir de la rutina y del estrés que este producía, me fui a un lugar muy lejos que solo un par de veces frecuente, me fui y deje atrás todo lo que me aprisionaba.
Llegue, estaba fresco y hermoso, miré detenidamente el paisaje…
Y note que ese día no había nadie, ni un alma, se encontraba desierto, sin rastro alguno de persona, el campo que en otros días se encontraba lleno de pequeños niños jugando y riendo por rara razón ni eso se encontraba.
El río que corre justo en medio de este gran bosque justamente a un rincón de la ciudad, ese sitio es tan hermoso, es grande y corre muy rápido y el agua es fría en extremo, pero ese día, el agua estaba calmada y tibia, en extremo limpia uno se podía parar frente a esta y reflejarse a la perfección, flores en su máximo esplendor, los arboles tienen unas enormes ramas en las que uno se puede refugiar en esos días de sol extremo.
En ese campo tengo mi lugar secreto, uno que nadie por más tiempo que lleve estando ahí, jamás encontraría, es al fondo muy al fondo, una gran roca, en la que me gusta recostarme y escuchar el río correr que pasa justo a un lado, una gran rama de un árbol la cubre esta y le proporciona sombra todo el día y es muy fresco.
Llegue ese día y decidí ir a mi lugar especial, me subí y recosté, me sentía tan tranquilo que decidí fumar un cigarrillo y saque uno y lo comencé a aspirar profunda y muy delicadamente saboreando el deleitante sabor que provoca la nicotina, mientras lo hacía, de repente, se escucho una pequeña y tierna voz que decía:
- oye eso te esta haciendo daño-me espante y gire rápidamente para ver quién me había dicho eso.
No encontré a nadie, grite un poco espantado:
- ¡¿Quien anda ahí?!- y no respondió nadie, me espante a lo cual me fume el cigarro rápidamente por los nervios, me recosté y cuando me di cuenta estaba en un profundo sueño.
Desperté y vi una silueta frente a mí, me quede sin habla, aunque mi vista se encontraba aun nublada y no podía ver bien, pude percatarme que era una mujer con un cuerpo muy sensual demasiado hermoso con rasgos marcados, sus curvas eran hermosas y perfectas, se movía con la gracia de un ángel, desperté, al mirarla no pude decir nada, ella se giro y dijo:
– Hola, ¿como estas?- con una voz suave y dulce.
-¡Por dios! Es la misma voz la que me hablo hace un momento y me dejo intrigado, la misma voz que me encanto, esa voz…-pensé mientras esta hablaba.
Me quede callado pensando en que decir, fue entonces que la mire detenidamente y me di cuenta de que era tan hermosa…
Su cabello negro y largo, que le llegaba a los hombros, sus ojos pequeños, no mucho, y color café obscuro casi negro tan hermoso parecían trozos de cielo que cayeron y al verlos me perdí por completo…
Sus labios pequeños pero rosados bellos cómo es posible imaginarlos solo en sueños, los rasgos físicos de ella eran preciosos, su cuello se veía muy agradable, su cuerpo, al igual, sumamente hermoso, sus pechos que aunque pequeños estaban formados y eran muy atractivos, su cintura delgada y curvada sensualmente perfecta, sus caderas hermosas y pequeñas. Ella vestía un pantalón rojo, una playera negra entallada que dejaba a la vista su hermosa figura…
En fin toda ella demasiado hermosa, después de apreciar su belleza, gire mi cabeza, la mire y le dije:
– Hola nena me espantaste, ¿Cómo te llamas disculpa?- le pregunte intrigado puesto que me lleno de dudas.
Quería saber cómo se llama la mujer que me gusto, ella sonrió y volteo y sonriendo respondió:
- Lo siento no quería despertarte, solo que este lugar es mi favorito y muy confortable, y mi nombre es Valeria y tu ¿Cómo te llamas? Y ¿cómo es que conoces este sitio?- pregunto con una cara de curiosidad e intriga, mirándome fijamente a los ojos.
Yo solo sonreí y le dije seriamente:
- Eso era justamente lo que te iba a preguntar yo, este es mi sitio secreto y el que nadie conoce, bueno al menos eso creía hasta ahora, y mi nombre es Alberto- la mire fijo sin despegar mi mirada mientras lo decía. Ella solo me miro y giro su cabeza hacia otro lado y no dijo nada mas, de un momento a otro, después de un tiempo sin hablar se soltó a llorar y ocultando su rostro a un lado evadió mi mirada, me acerque y la mire, poco a poco la tome la mano y le dije:
-¿Puedo ayudar en algo Vale?-le dije un poco preocupado.
Sin decir nada, se lanzo a mis brazos y me dijo:
-No me sueltes, por favor, no me sueltes-me dijo llena de lagrimas y hundida en tristeza.
No dije nada en ese momento, solo la abrace y con fuerza la acerque a mi pecho y guarde silencio, después de un rato, casi una hora, se calmo y poco a poco recuperaba el aliento, sin apresurarse ni voltear se recupero, pero a pesar de eso no me soltó hasta después de un muy buen rato, me miro e intento decirme algo, a lo cual rápidamente coloque mi mano en su boca y delicadamente le dije:
-Hey no te tienes que justificar de nada conmigo, simplemente intenta relajarte e intenta estar bien…-mire su rostro y la abrace.
Ella después de que miro hacia las nubes que pasaban lentamente sobre nosotros giro la cabeza hacia donde me encontraba yo y me dijo:
-Sabes… el día de hoy mi novio me iba a pedir matrimonio, y hoy sería el día que me entregara a él… pero se fue con otra persona y no quiere volver a verme, puesto que tiene un hijo, cosa que me oculto hasta este día-me lo dijo con un nudo en la garganta, con ganas de llorar y los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
Platique con ella, le dije:
-La vida juega con la gente y en ocasiones es muy dura con las personas que menos lo merecen, en la vida se sufre y se goza pero todo será cuestión de que tu veas la vida como lo que es, simplemente un ciclo en el que la humanidad esta encerrada y que aunque queramos escapar de ella no podemos puesto que así es esto desde que nacemos hasta que morimos…- fui muy frío al decirlo, pero a fin de cuentas es lo que yo pienso de esta.
Nos recostamos y seguimos platicando de muchas cosas más, cuando de repente, nos quedamos dormidos, un muy buen rato.
Cuando de la nada, sentí un tierno y delicioso beso que me despertó, mire y ella estaba frente a mi mirándome fijamente esperando una respuesta, sin pensarlo, la bese, besándola suave y delicadamente jugando con sus labios, besándola poca a poco con más intensidad, comencé a jugar con mi lengua dentro de su boca levemente frote la punta de mi lengua con la suya, y enredaba mi lengua alrededor de la suya, comencé a morder sus labios, ella seguía lo que hacía y jugaba con mi cabello, frotando mi espalda suavemente, mordiendo mas y mas fuerte mis labios.
Empecé a besar delicadamente junto a su oído, bajando y besando su cuello, ella solo me abrazaba y apretaba mi espalda, su mirada estaba perdida disfrutando todo lo que le estaba haciendo sin quejarse ni interrumpir lo que le estaba asiendo, seguí besando su cuello bajando hasta llegar al ras de la playera que traía puesta y seguí besando, recorrí todo su cuello, a lo cual se comenzaba a excitar, mis manos jugaron en su espalda, cuando metí mis manos en su playera y acaricie su espalda simplemente me miro, no dijo nada y me comenzó a besar muy apasionadamente, mientras la besaba, acariciaba su espalda asiendo círculos con los dedos en su cintura llego a un punto de excitación no muy alto pero lo estaba al igual que yo con lo que hacía mientras me besaba. Me coloque frente a ella y mientras la besaba la recosté en la roca me enredo con sus piernas la cintura mientras lograba que se pusiera peor, mi mano la pase rosando sus pechos a lo cual lo único que hizo fue apretarme con sus piernas, despacio rozando más y más sus pechos.
Yo estaba ya demasiado excitado, ella me comenzó a besar el cuello muy deliciosamente, tome su rostro en mis manos y comencé a besar su cuello, mientras lo hacía acariciaba sus pechos a lo cual solo respondió apretando más sus pierna asiendo que nuestros sexos se juntaran mas y mas, seguí acariciándola levante su playera, ella no dijo nada simplemente se levanto un poco para que pudiese quitársela por completo, se la quite, me comenzó a quitar la mía hasta que quedamos ambos sin playera, le quite despacio y lentamente su bra hasta quedar ambos sin nada que nos cubriera el pecho. Mientras la besaba, la sensación de sentir sus pechos en mi hacían que ella se pusiera más mal y yo al sentir hizo que quisiera hacerle miles de cosas, a lo cual, baje por su cuello besando detenida y suavemente hasta llegar a su pecho, empecé a besar alrededor sin besar aún su pecho simplemente la intentaba provocar, bese su pecho en manera de círculos rodeando el pezón al acabar de besar todo, me acerque a su pezón y con mi aliento caliente comencé a rodearlo hasta que con la punta de la lengua y a manera de círculos jugando con el, movía mi lengua en su pezón, lo besaba y lamia mas y mas hasta morderlo suave y detenidamente.
Seguí besándola, bese la parte inferior de sus pechos, en su abdomen con mi lengua y besándola, baje después de estar un muy buen rato en sus pechos bese bajando, y le desabroche el pantalón y se lo quite, hasta dejarla sin nada comencé a besar la parte interna de las piernas y seguí besando las piernas, me acercaba y comencé a besar alrededor sin besar su parte simplemente besando alrededor, a modo de provocarla, me comencé a acercar y con mi aliento cálido comencé a besar y con mi lengua en su clítoris haciendo que se excitara más y más, jugué con mi lengua mucho tiempo en ese sitio, hasta llegar a un punto en el que ella comenzó a gemir muy levemente me dio la vuelta y me beso mi pecho bajando lentamente hasta llegar a mi pantalón, que sin pensarlo de un gran jalón quito y desabrocho ella me comenzó a besar el abdomen, bajo un poco mas hasta llegar a mi miembro que se encontraba en extremo excitado, al ver esto subió, me beso y de monto en mi, solo me dijo:
-Si comenzaste acabá, necesito que estés dentro de mi no me puedes dejar así- me lo dijo con una voz ya muy perdida, muy excitada al borde del orgasmo.
Su rostro estaba un poco rojo por lo mismo de lo mal que se encontraba, sus ojos los tenia desorbitados y ya muy mal, solo me acerque a su oído y le dije:
-no te preocupes puesto que no pienso dejarte así, no te espantes, ya que no te hare daño, solo déjate llevar y gózalo como hasta este momento- se lo dije de una forma lenta y muy bajito mientras introducía mis dedos para comenzar a excitarla más y más, al introducírselos comenzó a gemir de manera más fuerte, no deje de hacerlo, procurando que ella sintiera más y más, me coloque frente a ella y le dije:
-Es ahora no temas si te duele simplemente dime para parar…- ya en el punto máximo que me encontraba de mal solo le dije eso.
Agarre sus piernas fuertemente y la coloque frente a mi me junte, hasta llegar con mi miembro hasta su parte y lo coloque para poder introducirlo, y fui empujando, solo me apretó con sus uñas mi espalda, y yo lo introduje, al meterlo, sentí los pequeños espasmos que producía, y soltó un gemido muy fuerte, me detuve, puesto que le dolió, y después de un par de segundos me moví metiendo y sacando lentamente y gemía más y más, después, empujando mas fuerte me sujeto con las piernas y de un fuerte apretón que me dio me introduje por completo provocando que ya no pudiese decir nada ella, continúe metiendo y sacando mi sexo en ella, mientras la besaba, lentamente y apasionado, acariciaba sus pechos y presionaba suavemente a manera de círculos agarre su trasero y la levante colocándola boca abajo, le sujete sus manos contra la roca sin dejarla salir, mientras la sujetaba, me moví más fuertemente y brusco, no la dejaba ni respirar.
Después de un buen rato ella comenzó a gemir más y más rápido y comenzó a acercarme a ella me dijo:
-Estoy a punto de llegar al orgasmo no pares, quiero que tengas tu eyaculación al mismo momento que yo-me lo dijo de una manera que apenas y comprendí, su voz estaba a tal grado que eran más ruidos que palabras lo que salía de ella.
Ella me apretó y me dijo:
-Ya ya es hora-dijo muy seriamente.
A lo cual en el momento en el que ya estaba a punto de eyacular le dije:
-ya, no aguanto un segundo más estoy apunto de hacerlo…- ya no podía mas ya era una eyaculación muy fuerte.
Ella solo me dijo:
-yo igual ya no aguanto y estoy a punto de llegar al extremo.-
En ese momento no aguante más y al momento que eyacule ella lo hiso, con una expresión de satisfacción total me dijo:
-esto nunca olvidare este momento-con una voz ya en extremo cansada.
A lo cual yo respondí:
-ni yo espero volver a verte otro día hermosa y espero que esto nunca se te olvide porque a mí nunca se me pasara-ya al borde del cansancio la hable.
La jale y nos recostamos a descansar en la roca, ya no aguante y me quede perdidamente dormido al igual que ella abrazados y enredados con las piernas no supimos más de nada.
Al día siguiente, al despertar, seguía profundamente dormida, la arrope con los abrigos, y me vestí, estaba sumamente feliz pues días o cosas como esa solo una vez en la vida suceden, después de un par de horas me preocupe pues ella no despertaba, fui y la intente mover, la moví y le dije:
-Hermosa, hermosa, ya es de día, es hora de despertar…- se lo dije preocupado pues ella no respondía.
Seguí moviéndola y sin ninguna respuesta…
Le hablaba y le hablaba, y ella no respondía, gritaba:
-¡VALERIA! ¡VALERIA! ¡DESPIERTA NENA! ¡DESPIERTA!- sin caso alguno.
Al momento de mirarla su rostro estaba completamente pálido, y se encontraba blanca, y fría en su totalidad, no sabía qué hacer, cuando despertara le pediría que se fuera conmigo y ahora he quedado solo de nuevo y no sé qué hacer, una persona murió en mis brazos y era la persona que toda mi vida estuve buscando, no sabía qué hacer, de todos modos no había nadie alrededor, así que lo que hice fue cavar un gran agujero en la tierra y cuando estaba lo bastante profundo la introduje, no aguante mas solo la abrace, la bese y le dije:
-no te preocupes hermosa pronto estaré a tu lado….- llorando deje el cuerpo lentamente dentro del agujero y me despedí.
Me fui llorando…
Y ahora me encuentro aquí llorando al borde de la locura, recordando porque así como yo la recuerdo e iré a reunirme con ella, espero me recuerden, puesto que aunque no los conozco, siempre viviré en ustedes, esta es mi historia y espero les sirva de algo….
-Adiós, adiós voy con mi amada y nunca regresare….
viernes, 22 de enero de 2010
MI CUÑADA
Mi cuñada es una MUJER de 35 años es morena de cabellos grueso y corta melena, sus labios son carnosos, sus manos delicadas y muy cuidadas, suaves y con uñas siempre largas y muy bien pintadas, sus pechos poseen unos pezones muy oscuros y duros, sus caderas son muy delicadas y suaves pero prominentes de tal forma que acentúan la delgada cintura que posee, su nalgas son redondas y siempre llaman la atención cuando usa pantalones y vestidos cortos ceñidos a su delicioso cuerpo sus piernas son duras y muy torneadas sus tobillos son gruesos y sus pies, ahhhh sus pies son muy limpios, no tienen ni una sola cicatriz y sus dedos son prefectos rosados y suaves.
Pues sucedió que un día me pidió que fuera a su casa, que sabía que por detracción hacía trabajos manuales en este caso la excusa fue para que el hiciera unos cortineros de madera. Yo sin sospechara nada aún accedí, sin ninguna malicia, aunque he de confesar que me excitaba el verla con esa ropa que usa y principalmente eso pies que juegan mientras habla.
Un día ella me pidió que fuera a su casa, después de que ella dejara a sus hijos en la escuela, para decirme lo que deseaba y para que tomara medidas. Ese día llegue a la hora que me pidió y al tocar la puerta ella me abre luciendo sus cabellos aun mojado y con una bata de baño de seda negra muy corta que apenas cubría sus deliciosa nalgas, al verla así le dije que si quería, regresaba un poco mas tarde a lo que ella dijo no es necesario, pasa!!! te invito para que me acompañes a desayunar, y me tomo de la manos pasándome a sus casa, a lo que acepte mientras mi pene se ponía duro!!! Y ella lo notaba!!!.Me sentó en la mesa de su desayunador justo frente a la cocina lo que me permitía verla completamente e imaginar su desnudez y acariciar su piel con mi mirada entonces al agacharse a tomar unos platos me dejó ver que no traía puesta ropa interior, lo que me excito sobremanera y empecé a sudar y sentir que mi miembro se me salía del pantalón, al terminar de preparar el desayuno ella me sabía excitado y se dejo ver gran parte de sus senos, pero sin permitirle verlo todo, se sentó justo enfrente de mi, pero la mesa tenía una cubierta de vidrio transparente lo que me permitía ver sus piernas completamente desnudas y esos pies tan lindos. Me dijo hace calor verdad??? Yo también estoy sudando dijo.
En un momento mientras tenía mi vista fija en sus piernas tratando de ver mas ella sube su pie derecho y acaricia mi pierna metiendo su pie desnudo dentro de mi pantalón, la volteo a mira a la cara y ella sólo me sonrió guiñándome un ojo y mojando sus labios con su lengua, después subió su pie hasta mi pene y me sobo, al sentirme solo gimió mmmmmmm!!! y dejo los cubiertos en la mesa y me tomo de la mano, diciéndome ven te voy a mostrar que trabajos quiero que me hagas papá!!!
Entramos a su recámara y se sentó sobre ella y me miro a los ojos hasta entonces reaccione y le pregunte por mi concuño a lo que respondió que no me preocupara a lo que no cuestione mas!!! y ella me pregunto pos su hermana y le dije que ella sabía que iría a su casa y respondió, eso esta muuuy bien!!!
Me coloco al frente de la ventana y me pidió que tomara medidas para el cortinero, lo que me extraño y confundió sobremanera, después de alzar mis brazos ella metió sus manos dentro de mi camiseta y me la quito acariciando mi pecho y sin voltearla a ver sentí sus pezones duros y sus pechos calientes en mi espalda, de pronto estábamos desnudos los dos sobre la cama, ella me besaba y yo a ella nuestras lenguas, se entrelazaban ofreciéndonos nuestra saliva, separo sus piernas duras y me ofreció su vagina mojada, mi pene duro penetro hasta sentir todo su interior rozando y apretando mi pene, sus piernas me abrazaron la espalda y me jalaban hacia dentro, después coloque sus piernas sobre mis hombros y me ofreció sus deliciosos pies a mi boca, los recorrí con mi lengua y mamaba cada uno de sus dedos, eran deliciosos y suaves, así estuvimos hasta que después de que se había venido en mi mas de dos veces, derrame todo mi semen en su interior al momento que sonaba el teléfono y ella contesto cosa que me disgusto, al contestar menciona el nombre de su hermana (mi esposa) y pregunto por mi y ella aun jadeante le dijo permíteme te lo paso, pero no me lo distraigas mucho ehhhh!!! Yo no podría contestar y con señas le dije que no contestaría y toma de nuevo el teléfono y le dice, no puede contestar en este momento, me dice que en cuanto termine te llama y colgó!!! después de eso me dijo ahora quiero que te vengas en mis pies que se que tanto te gustan para probarte!!!y ella con ambos pies toma mi pene aún erecto y duro y empieza a moverse con un ritmo excitante, en un momento estaba derramándoseme sobre esos maravillosos pies tan delicados y los llene todos con mi semen, corría entre sus dedos y sobre sus plantas y empeine, al sentir mi semen sonrió tomo el teléfono y me dijo "recupera la respiración amor" empezó a marcar a mi esposa y le dijo ya termino te lo paso ahora y mientras yo hablaba con su hermana ella jalo su pie derecho hasta llevarlo a su boca y empezó a lamerlos y mamar sus dedos hasta dejarlo completamente limpio y saboreando mi semen, y después con el pie izquierdo hizo lo mismo, al terminar colgó el teléfono de mera repentina y me beso percibiendo aun el sabor de mi semen en su boca...
Y desde entonces hacemos maravillas juntos
lunes, 18 de enero de 2010
Relatos para Giuseppe "El ascensor"
Nos habíamos encontrado algunas veces, tal vez cinco o quizás más. Un día sólo se que estaba ahí, al apretar el botón del ascensor y subirme estaba él. No se de que piso viene, yo subo en el noveno cerca de las 7 de la tarde.
Es invierno llevo un chaquetón corto y ajustado sobre un mini vestido de invierno, que deja ver mis piernas, botas altas, el vestido ligero ajustado a mis curvas, con un escote en V que el chaquetón muestra.
Entro al ascensor rápidamente para variar estoy atrasada, se me cae uno de los cuadernos que llevo en la mano, hay un espacio reducido me agacho a recogerlo, no me doy cuenta pero esta él, al incorporarme veo como su vista se ha clavado en mi escote el que con el movimiento dejaba ver mis pechos. Su mirada intensa me causa una súbita emoción, siento como el rubor cubre mis mejillas, bajo la vista sin saber si volver a mirarlo, él no deja de hacerlo. Mientras bajamos por los pisos suben más personas, acortando el espacio, acercándonos. De espalda a él, me parece sentir como, sin que nadie se de cuenta, por detrás y por debajo de mi vestido toma uno de mis muslos subiendo lentamente su mano, sus dedos entre mis piernas, dirigiéndose directamente hacía arriba rozando mi calzón. No sabía si moverme, si alejarme, sólo sentía un intenso calor que recorría mi cuerpo, que erizaba mi piel y me mojaba. En un segundo me acerca a su cuerpo, siento a través de su pantalón su pene erecto, rígido, duro, su respiración en mi cuello se agita, todo mientras las personas junto a nosotros bajan y suben. Súbitamente me aprieta hacia su cuerpo, al mismo tiempo corre mi tanga y con sus dedos toca mi clítoris y baja introduciendo sus dedos en mi vagina, me tapo la boca para no gemir de placer, siento cómo me mojo mientras me estremezco de placer, tanto que se me vuelve a caer el cuaderno, saco su mano, me agacho sólo que esta vez al recogerlo rozo con mis nalgas sus manos y su pene que permanece inmenso tras su pantalón. Sólo faltan un par de pisos para bajar al estacionamiento y yo sólo lo deseo y pienso como su pene se clavaría en mí.
Llegamos, se abre la puerta, camino rápidamente hacia mi auto, no se si viene no puedo pensar, esta oscuro las luces se prenden sólo con el movimiento, sigo caminando ya no lo siento, doblo y al girar una mano toma mi muñeca y me tira hacia una esquina tras un auto, en un segundo me doy cuenta que es él, siento nuevamente esa sensación que me excita, toma mi cintura, besa mi cuello, abre mi chaquetón, desabotona mi vestido, suelta mi sostén, besa mis pechos, busca con su lengua mis pezones erectos, los lame, los chupa, mi deseo por él aumenta, me empuja a la pared, besa mis labios, su lengua busca a la mía, sus besos intensos me excitan mil veces más, abre su cinturón, esta oscuro pero puedo sentir su pene erecto, toma mi mano y la dirige hacia él, siento su rigidez, su dureza metálica, su ardor, siento como se mojan con él la punta de mis dedos, siento su respiración agitada, vuelve a besar mis pechos, toma una de mis piernas y la levanta, me sigue besando intensamente y en ese momento me penetra, clava su pene hasta el fondo de mi vagina, en una vorágine de movimientos, no sólo llega hasta el fondo sino que también frota mi clítoris, volviéndome loca de placer, sin poder dejar de gemir con cada una de sus estocada, se vuelven más y más rápidas, más y más profundas lo que me envuelve en orgasmos sucesivos, hasta que siento como se prepara para explotar, como sus movimientos se vuelven más fuertes, más poderosos, más profundos una y otra vez hasta llenarme con su semen mientras estalla de placer.
El se acerca a mi oído y susurra "soy tuyo dice…soy tu amor…para siempre".
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