miércoles, 6 de mayo de 2009

Mi esposa una verdadera...

Yo tuve siempre una vida normal casado con una mujer muy linda y sexy, muy trabajadora e inteligente , mas no se podía pedir. Nuestra vida al igual que la de los demás era un poco rutinaria del trabajo a casa y los fines de semanas salíamos abecés con algunas parejas de amigos. Hasta ahí todo bien, el problema fue cuando ella deja de trabajar por un tiempo para finalizar una carrera universitaria que tenia pendiente, los horarios cambiaron y la rutina se quebró, ella tenia horarios muy diferentes a los míos comenzaba a llegar tarde a casa y con eso mis celos empezaron a nacer. Yo un tipo que siempre renegó de los celos, siempre que hablaba de la confianza en la pareja estaba celoso, no tenia sentido para mí, era como una lucha interna conmigo mismo.

Pero las cosas se daban para que yo cada vez sienta mas celos, los horarios de ella eran cada vez mas tarde, llegaba muy cansada, se acostaba sin comer y se dormía enseguida Eso se repetía cada vez mas seguido y siempre presente el pretexto de los estudios. Ya casi no teníamos relaciones, por ese entonces yo estaba con mucho trabajo en mi empresa y por la noche tampoco tenia ganas de tener sexo.

Todo transcurrió así por un largo tiempo hasta que un día recibí un llamado en mi casa de una compañera de la facultad de mi esposa, le dije que ella no se encontraba en ese momento, entonces ella me pregunto si le pasaba algo a mi esposa ya que hace mas de seis meses que no iba a la facultad, yo no sabia que responder mi cabeza comenzó a dar vueltas y para cortar la conversación le dije que ella tenia problemas familiares y que no sabia si podía volver a estudiar, me despedí, me senté en el sillón y me quede pensando por largo tiempo. Que seria lo que sucedía, seguramente tenia alguna aventura con algún compañero o algún profesor, porque me mentía a mí si siempre fuimos una pareja que hablaba abiertamente sin tabúes, que es lo que ella me escondía. Yo no sabia que hacer como reaccionar frente a este problema me sentía en una encrucijada.

Ella esa noche llego mas tarde que nunca y como siempre me dio un beso y me dijo que estaba muy cansada de tanto estudiar, Yo le dije que por favor se sentara que quería charlar con ella, pero me repitió que estaba muy cansada y que mañana podíamos hablar. Cuando se marchaba para la habitación, le comente que había llamado una compañera de la facultad preguntando porque ella había dejado de ir.

Mi mujer quedo pálida y se sentó frente a mí, yo solo le dije que no estaba enojado por lo que ella pudiera estar haciendo, solo me molestaba mucho el engaño la mentira de los estudios, porque no lo hablo conmigo lo que sucedía. Ella seguía en silencio con la cabeza gacha, le hable de todo lo que la quería de lo mucho que la amaba y que nunca quería estar lejos de ella, solo la dejaría si ella me digiera que ya no me amaba.

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