miércoles, 6 de mayo de 2009

La mentiras de mi marido, parte 2

Realmente estaba muy confundida ya que no era mi idea ser cogida por todos esos tipos pero me gustaba saber que me estaba vengando cruelmente de mi marido. Los muchachos no dejaban de besarme por todo mi cuerpo, mi boca, mi cuello, mis pechos, toda era una sensación única que nunca me imagine que podía llegar a vivir. Me acomodaron en el piso y se acomodaron para que chupara sus penes, claro que me llegaba a poner hasta dos a la vez en la boca, además era la primera vez que yo chupaba un pene que no era el de mi marido.

Ellos no soportaban más y me querían penetrar, pero antes de que lo hicieran, yo decidí sorprender a todos, sacándome los anteojos me pare y comencé a quitarme la peluca, los muchachos no entendían que sucedía, y tampoco mi marido el no podía creer que era yo, se quedo perplejo sin saber que hacer, yo podía escuchar como sus amigos rumoreaban a mi alrededor de mi presencia.

Me agache y dije con vos muy erótica " ahora quiero que me penetren por el culo ya que mi marido nunca me lo hizo" ellos estaban tan calientes que ni les importo que era la esposa de su amigo y acomodándose en una hilera detrás de mí comenzaron a penetrarme de a uno. La primera penetración me dolió ya que nunca me lo habían hecho y yo tenía mi ano muy estrecho, pero luego fue dejando de doler para convertirse en placer cosa que yo nunca creí que podía sentir.
Además el hecho de pensar como se sentía mi marido con esa situación me hacia olvidar todo dolor posible.
Ellos se fueron turnando para penetrarme todos, claro excepto mi marido que se quedo sentado en un sillón con una cara de destruido total y eso que estaba acompañado por las prostitutas, ya que los muchachos estaban muy entretenidos conmigo, pero él ni notaba la presencia de ellas.

Esa noche gocé como nunca, yo sin querer me había transformado en una verdadera puta ya que cuando se cansaron de romperme el culo siguieron con mi vagina y como buen final se fueron turnando para acabarme en la boca.
Para humillar aun más a mi marido cuando todos se cansaron de cogerme y la fiesta había terminado les cobre 100 dólares a cada uno de los muchachos, eso me hizo sentir una verdadera prostituta y les dije que contaran conmigo cuando quisieran para festejar cualquier tipo de fiesta, ah y les aclare a todos muy bien que si me querían ubicar que le pidan el teléfono al cornudo de mi marido.

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By: Sandy

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