miércoles, 18 de febrero de 2009
AYER LA VOLVI A VER
Ayer la volví a ver, tenía ya varios días que no coincidíamos, aunque cada que tenía oportunidad volvía a asomarme al patio con la esperanza de de verla una vez más, de volver a juguetear con ella como la última vez cuando nos atrevimos a ir un poco más lejos de nuestros coqueteos.
Mi esposa como siempre tenía cosas que hacer y me quede sólo en la casa, aburrido y sin nada interesante que hace salí al patio y oh sorpresa! ahí estaba tendiendo su ropa, traía una falda un poco corta y ajustada, sus nalgas resaltaban más y cuando se alzaba para alcanzar el lazo dejaba ver el inicio de las mismas ya que deduje que traía tanga, cuando se dio cuenta de que la observaba se inclinó a sacar una prensa de la cubeta y me regaló una maravillosa vista de sus senos, ya que no traía brassier, por lo que vi sus pezones en punta, maduros, esperando las caricias de mis manos y mi boca.
Todas esas fantasías creadas en mi mente desde que iniciamos este juego se agolparon de repente y me excité tanto que sentía los líquidos que fluían de mi; esta vez no quería dejar pasar la oportunidad, así que me atreví y la salude y le comenté "hoy estas más hermosa que nunca", ella coqueta me sonrió y me contestó "Tu también estas muy guapo", eso fue todo lo que necesité para da el siguiente paso y le pregunté que si estaba sola, sonriendo y coqueta me dijo "Sí", no recuerdo como llegue a su lado, pero al instante siguiente ya estábamos abrazados besándonos, sus labios sabían a miel, sus besos húmedos, sus labios carnosos, era mucho mejor que en mi fantasía, le baje el escote de la blusa y comencé a acariciar sus senos, ella jadeaba, sus manos recorrían mi espalda, apretaban mis nalgas y me acercaba más a ella.
Yo seguía devorando sus senos, mi boca iba de uno a otro chupando, mordisqueando, lambiendo, baje una de mis manos hasta sus piernas y poco a poco le subí la falda, tan como lo pensé en un principio sólo traía puesto una tanga, por lo que pude acariciar a plenitud sus nalgas, mi excitación estaba al límite y la de ella igual, estábamos impacientes, toque con mis dedos sus rizos, ella estaba húmeda, esperando ya mis caricias, toque ese botón mágico y los jadeos aumentaron.
Ella me bajó el cierre del pantalón impaciente por sentirme y sentí sus dedos acariciándome, movía su mano de arriba abajo, apretando, frotando, no había tiempo lo sabíamos cualquiera podía vernos y eso aumentaba nuestra excitación.
No alcanzamos a quitarnos la ropa, la voltee de espaldas a mi, la acerque al lavadero y levante su falda, moví a un lado su tanga, y de un sólo empujón entre por completo en ella, mis manos no dejaban de acariciar sus senos, entraba y salía de ella con desesperación, ella igual se movía hacia atrás para sentirme más.
Sólo escuchábamos nuestros propios jadeos, todo dejó de existir a nuestro alrededor, la respiraciones aceleradas, el sudor escurriendo por nuestros cuerpos, so olor y el mío mezclados, a cada embestida ella me apretaba, levante un poco más su falda y me quedé embelesado admirando sus nalgas y el empuje de mi miembro, lo que me excitó aun más, con otra mano volví a tomar su seno y le apreté el pezón ente mis dedos, y el mundo explotó, sentí como mi semen se vaciaba dentro de ella y al mismo tiempo sus líquidos bañando mi pene, di un último empujón y me dejé recaer en su espalda, saciado, poco a poco la levante y la acerque a mi pecho y acaricie con ternura sus senos, luego la volví hacia mi y le di un beso.
No fueron necesarias palabras, sonriendo cada uno nos arreglamos la ropa, volví a mi casa, estaba aun embriagado por su olor, por su sabor, volví a asomarme al patio ella continuaba tendiendo su ropa, volteo y me sonrió, nuestras miras cómplices se cruzaron, solo diciendo gracias..............
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