viernes, 27 de marzo de 2009

NUESTRA HISTORIA



Dice el dicho, “No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue” y así fue, toda la mañana me había sentido nerviosa, ansiosa, debatiéndome entre lo que quería y lo que debía de hacer, a ratos la razón de mi situación actual me decía que no debería de ir a mi cita, pero mis deseos de estar con él eran más fuertes, la platica que tuvimos en el mensajero me ayudaba mucho a despejar las dudas que se iban acumulando en mi mente.

Se llego la hora de salir del trabajo, aun estaba muy nerviosa, además de que tenía un millón de cosas que hacer antes de irme, llegue a mi casa y comencé a prepara mi maleta y me fui a realizar las actividades que debía hacer antes de mi viaje.

Por fin me senté en el camión y pude tranquilizarme, poco a poco la calma llegó, y me dispuse a recordar en mi mente los detalles de las conversaciones que habíamos tenido desde la última vez que nos vimos, estaba ansiosa por probar en carne propia las fantasías que le había escrito y probar las cosas que el me decía que quería hacer conmigo. Quería disfrutar esas mismas emociones que me hacían vibrar a través de sus palabras, quería sentir en mi piel su tacto, el sabor de sus labios cuando me decía que quería comerme a besos, llenar mi interior con su sexo y tener los orgasmos que contenía cuando a través de nuestra charla me hacia ponerme en punto de ebullición.

Llegue a la central con tiempo de sobra, la calma ya había vuelto a mi, así que me dispuse a recoger mi equipaje y disfrute de un cigarrillo antes de entrar al baño a vestirme, el me había pedido que fuera vestida igual que en la cita anterior y yo quería complacerlo, así que con calma me vestí en la incomodidad del baño, cambiando desde mi ropa interior, ya que quería que el me viera guapa y me dispuse a maquíllame y péiname. Salí y me dispuse a esperarlo, todavía tenia tiempo y me fume otro cigarro, mis nervios comenzaban a alterarse y sin tener nada que hacer, solo mirar a la gente que estaba a mi alrededor las dudas querían volver a mi.

De pronto lo vi, y mi corazón dio un salto, pero como entró por otra puerta no pude alcanzarlo y lo perdí de vista, le mande un mensaje diciéndole el lugar exacto donde me encontraba y de pronto ya estábamos frente a frente, me abrazó y nos dimos un beso. Lo notaba nervioso al igual que yo, pero vi que su cara reflejaba gusto por verme.

Nos fuimos en taxi al hotel, y en el camino nos abrazamos y besamos, yo me sentía contenta, ansiosa por estar a solas con él, llegamos al hotel y nos registramos, cuando llegamos a la habitación deje mis cosas y mire el entorno eche un vistazo de reojo la cama donde estaríamos haciendo el amor. Me tomo en sus brazos y comenzamos a besarnos, acariciaba mis pechos, mis nalgas, y yo sentía crecer en mi interior una llama y la humedad entre mis piernas se hacia evidente. Pero el me había pedido que primero fuéramos a desayunar, yo realmente quería que no parara, que siguiera haciéndome el amor, pero tampoco quería mostrarme tan ansiosa, así que nos levantamos de la cama y nos fuimos a desayunar.

Me encantó el caminar a su lado, la platica que teníamos, el desayuno en si no me supo a nada, yo esperaba ansiosa el momento de regresar al hotel, el momento de sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, el tenerlo dentro de mi, sus besos, su olor, sus caricias.

Cuando llegamos a la habitación no podíamos esperar, comenzamos a besarnos y de pronto la ropa era un estorbo, en un momento estaba ya desnuda entre sus brazos, su manos recorriendo por todas partes mi cuerpo, su labios besando mis pezones, succionándolos, y mis manos recorriendo su pecho, sus brazos, se colocó encima de mi y abrió mis piernas y entró en mi, la urgencia dio paso a la pasión y levantó mis piernas, para penetrarme aun más, pronto las sensaciones invadieron mi vientre era tanta mi excitación que tuve mi primer orgasmo. Pero el no paraba, seguía entrando y saliendo moviéndose, por mi posición no alcanzaba a acariciarlo bien, pero me aferraba a sus brazos y acariciaba su pecho, y pronto el también llegó y se vació dentro de mi, pero continuo acariciando con sus dedos mi vagina y tuve otro orgasmo.
Se recostó a mi lado y nos abrazamos, tratando de recuperar el aliento, nuestros corazones latiendo al unísono, mientras el acariciaba con lentitud mi espalda, poco a poco la calma fue abriéndose paso, yo pensé que ya todo había terminado, mi experiencia en ese rubro no es mucha, por lo que me sorprendió que iniciara nuevamente a besarme en el cuello y pronto me encontré nuevamente húmeda, encendida, volvió a penetrarme y volví tener otro orgasmo, salió de mí y volvió a usar sus dedos para seguir provocándome un orgasmo tras otro, las sensaciones en mi cuerpo estaban a flor de piel, una sola caricia de sus dedos en mi vientre y yo explotaba, los gemidos crecían de intensidad, y el seguía, luego me volteo de espaldas y me penetro por detrás, la sensación fue muchísima, lo sentía en toda su extensión, pronto sentí un nuevo orgasmo, y sentí como él también se vaciaba en mi interior.

Al terminar el se fue a bañar y yo me sentía rara, entre apenada e incomoda, tome una toallita húmeda y me dispuse a asearme, me daba pena entrar al baño estando él ahí, al terminar me envolví en una toalla y me puse a mirar a través de la ventana, pensando en lo que acababa de suceder, mi vientre aun palpitaba, y así me encontró él cuando salió del baño, se acercó a mi desnudo aun y me abrazó, recostó mi espalda en su pecho y me besó el cuello y mi oreja, soltó la toalla y me volteo de frente para seguir acariciando mis pechos, yo miré de reojo hacia abajo y note que ya estaba listo otra vez para comenzar de nuevo, eso me excitaba, no había estado con un hombre que se recuperara tan rápido.

Me acordé de una de las fantasías que le había relatado y en silencio le pedí que se sentara en el borde de la cama y comencé a acariciarlo ahí justo en ese lugar que tanto placer me proporcionaba, baje mis labios y con la lengua trace un círculo alrededor y poco a poco lo introduje en mi boca, sus gemidos me daban la pauta para continuar, lo succionaba, lo besaba, y con mis uñas le acariciaba sus testículos y noté que era su zona erógena más sensible, pues se estremecía visiblemente, sus gemidos continuaban, y pronto tomo nuevamente el control nuevamente penetro en mi vagina y volví a explotar en un orgasmo y el también, salió de dentro de mi y volvió a usar sus dedos para continuar proporcionándome orgasmo tras orgasmo, poco a poco la calma regresó y el entro nuevamente al baño, estaba tan excitada que no lo dude y lo seguí al baño, mi intención era continuar en esa bruma de placer que el creaba para mi y para mi satisfacción vi que pronto se recuperaba y volvió a besarme ahora bajo el agua, acarició de nuevo mis pechos y pronto la pasión volvió a encendernos, me volteo de espaldas a él y me inclinó en la banca que estaba en el baño, las sensaciones se multiplicaron, todo mi vientre palpitaba y tuve el orgasmo más explosivo que jamás había sentido, el seguía moviéndose entrando cada vez más, y volví a tener otro orgasmo igual de explosivo, nos bañamos y regresamos al cuarto, yo estaba exhausta, mi vientre aun palpitaba, las sensaciones a flor de piel, si el hubiera continuado acariciándome yo seguiría en éxtasis, orgasmo tras orgasmo.

Nos vestimos y salimos de mutuo acuerdo a fumarnos un cigarrillo y comenzamos a caminar tomados de la mano, platicábamos de todo y de nada, los silencios que surgían entre los dos no resultaban incómodos, nos deteniamos de vez en cuando a ver escaparates, puestos, etc., él siempre atento, dándome el paso, cuidando en todo momento de mi, yo no podía quitar de mi mente las emociones vividas entre las sábanas, cerraba los ojos y volvía a revivir los momentos.

Regresamos ya noche al hotel, habíamos comprado comida para cenar, puesto que ninguno tenia hambre en ese momento, ya se empezaba a sentir frío por lo que cuando llegamos al hotel yo me puse nuevamente mi pijama para dormir, y me acosté a su lado, pronto el cansancio empezó a hacer efecto aunado a que la noche anterior había viajado, cerré mis ojos y me disponía a dormir, él me dijo que no me durmiera y comenzó a besarme, el sueño se fue por arte de magia y comenzamos nuevamente a hacer el amor, no recuerdo con exactitud como lo hicimos, solo recuerdo sus besos, sus caricias, y los nuevos orgasmos que me provocó, pronto el hambre se abrió paso y nos dispusimos a comer en silencio, platicábamos de vez en cuando, me sentía cómoda, tranquila, feliz.

Recogí los restos de la comida y me prepare para dormir, me acosté a su lado y cerré mis ojos, las imágenes de todo lo que había pasado en el día venían a mi y pronto caí en un sueño profundo, me despertó con sus caricias, con sus besos y volvimos a hacer el amor, yo no le había dicho que esa era una de mis fantasías el que me despertaran con caricias, fue como si me hubiera leído la mente, esta vez lo hicimos de una forma lenta, tranquila, el se hinco frente a mi y pronto su miembro se abrió paso entre mis piernas, tuve otro orgasmo pero para el no era suficiente y volvió a provocarme otros con sus dedos, yo le pedí que ya no más, me sentía agotada, física y mentalmente, satisfecha lo abrace y cerré mis ojos, no desperté hasta la mañana siguiente.

Ese día terminaba nuestro encuentro, me debatía entre las ganas de quedarme y mi responsabilidad de regresar, el seguía dormido, no quise despertarlo pues sabia que el dormía muy poco y quería darle la oportunidad de que descansara, así que trate de no hacer ruido, me bañe y vestí en silencio y salí a caminar un poco, compré café para los dos y me regresé a la habitación, él seguía dormido.

Me senté frente al espejo y observé mi cara, buscando una respuesta a mis preguntas, prendí la computadora y comencé a escuchar música suave, tomando poco a poco mi café, de repente el despertó, quise desnudarme y volver a la cama, hacer una vez más el amor, pero pudo más mi pudor y no lo hice, así que esperé que se bañara y se vistiera y comenzamos a recoger las cosas, fuimos a desayunar, esta vez platicamos muchísimo, nuestros puntos de vista de pronto eran muy diferentes, pero lo que mas me gusta de él es que aunque no piense igual a él, respeta mi punto de vista y eso me agrada mucho.

Regresamos al hotel y volvimos a hacer el amor, sabíamos que posiblemente ya no hubiera oportunidad, puesto que yo me regresaba esa noche a mi casa, me provocaba orgasmo tras orgasmo, yo feliz, contenta de sentirme deseada de ese modo por él, nunca había estado con un hombre con ese mismo hambre de disfrutar, de querer más y más, de demostrar esa pasión inagotable.

Salimos del hotel y buscamos otro más económico puesto que solo iba a dejar mis maletas, el me pidió que me quedara otra noche, pero yo no le di respuesta, en el hotel platicamos mucho, salimos a caminar y aprovechamos para comer, y continuamos caminando, enseñándome el lugar en donde estábamos y contándome el motivo por el que le gustaba vivir ahí.

Regresando al hotel, le dije que me iba a quedar esa noche, así que llegando a la habitación, me recosté y subí mis pies en lo alto, ya que estaba cansada de tanto caminar, sin yo pedírselo el comenzó a darme un masaje, esos detalles de él son lo que me ganan, sus manos fueron subiendo por mi cuerpo, pronto la ropa era un estorbo, nos desnudamos y continuamos haciendo el amor, esta vez en forma más calmada, lenta, subiendo poco a poco de intensidad, besaba mis pechos, lambia mis pezones, volvía a mi boca, yo acariciaba su pecho, sus brazos, las sensaciones entre mis piernas crecían en intensidad, me acostó sobre mi espalda y él se hinco frente a mi, levantó mis piernas y entro dentro, pronto me hizo llegar al orgasmo, luego salió de dentro de mi y me volteo de lado y me penetró por detrás, esa forma de hacer el amor le encanta y disfruta y yo también al saber que le gusta, me encantó que siempre estuviera dispuesto, su manera tan abierta de hablar de sexo, de decirme lo que le gustaba de mi, me hacía sentir deseable, sexi, guapa. Cuando terminamos nos abrazamos, luego nos fumamos un cigarro y cada uno en su silencio, tratando de recuperar el aliento, vimos la televisión, me acorde de pronto de una película que quería que viéramos juntos y pendí mi lap-top, el se acerco y juntos iniciamos a verla, adelanté las escenas que quería que viéramos, la trama era erótica y pronto la intimidad del momento y lo que veíamos hicieron que el deseo volviera apoderarse de mi, pero observaba que ya estaba un poco cansado y no quise iniciar nuevamente a hacer el amor, por lo que terminando la película cerré la lap-top y me dispuse a dormir, el siguió viendo la televisión y después de un ratito la apago y se acurruco a mi lado.

Nuevamente comenzó a acariciarme y me pidió que me subiera sobre él, me sorprendía que aun estuviera dispuesto a seguir amándonos, su hambre de mi no paraba y eso me excitaba más, las palabras que me decía, las sensaciones que sentía, todo se conjugaba para que mi excitación creciera, en mi excitación le dije que grabara ese momento en su mente para que cuando no estuviéramos juntos me recordara, mi vagina lo apretaba y eso le gustaba, me lo decía viéndome a los ojos, observando mi placer, constantemente repetía que al observarme como disfrutaba su excitación crecía y quería más y más y eso hacía que yo viajara en una espiral de placer que pronto culmino en un nuevo orgasmo, caí sobre él saciada, tratando de recuperar el aliento, y el seguía diciéndome cuanto estaba disfrutando con mi placer, eso me volvió más atrevida y volví a subirme sobre él pero ahora dándole la espalda, y las sensaciones pronto crecieron, pero estaba agotada y no pude alcanzar mi orgasmo, estaba ahí pero no podía sola, así que me acosté a su lado y le pedí que por favor me ayudara, y pronto utilizó sus dedos para darme el alivió que clamaba, y siguió y siguió, yo tenía un orgasmo tras otro, estaba hiper-excitada, no se cuantos orgasmos tuve, mi vientre palpitaba, mis piernas estaban temblorosas, sentía mi cuerpo laxo, solo acertaba a suspirar.

Así seguimos, no se cuanto tiempo más estuvimos perdí la cuenta de cuantos orgasmos tuve, él sorprendido y yo igual, nunca había estado con una persona con la que disfrutara tanto del sexo, que me hiciera perder mis inhibiciones, con la cual pudiera mostrarme cual soy, sin mascaras, sin escudos, no solo desnudé mi cuerpo si no que también desnude mi alma, solo me resta decirle

Gracias………………………

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