martes, 31 de marzo de 2009
EL VIAJE 2
La pasión arranca tu vestido,
y luce tu cuerpo la seda,
que pronto sucumbe,
ausente a las palabras
y la destreza de mis manos magras,
resplandece el brillo en tus ojos,
ansías y deseas en tu cuerpo desnudo,
quitar tu sostén y bragas,
y que arda la pasión y el deseo,
por todo lo que dicte la imaginación y hagas.
Estas vulnerable en el lecho
quema tu piel en contacto con mi pecho
recorro con mi boca húmeda
de norte a sur tus redondeces
vientre talle y figura
perfilados en el espacio, tu hermosura.
Tu boca bajo, palpo tus carnes,
trémulas al contacto de mis pulpejos
se multiplican mis reflejos,
en movimientos rítmicos
en la cadencia del tiempo a lo lejos.
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lunes, 30 de marzo de 2009
EL VIAJE 1
Sutilmente comienza el viaje,
la popa es el abordaje,
la brisa sopla delicadamente
en tu nuca y espalda…
lentamente como marejada
en un vaivén, tus caderas
chocan contra mi fuente desenvainada.
El viento atrevido acaricia,
toca tu piel, mística y dorada,
palmo a palmo, es una delicia,
en tu monte, crestas y valles
el viento entra,
en los poros de tu piel
hasta lo más profundo…
juguetea entre tus muslos y piernas,
no dejando detalles.
El sol calienta tus ánimos
erecta tus pezones
se escucha el tímido gemir
del alma desde tus pulmones,
llega la pasión de los besos
robados a la inocencia
jadeantes por mi presencia,
tu amor es correspondido
y en tus formas me pierdo,
extraviado, en tus ojos,
caderas y olvidos.
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viernes, 27 de marzo de 2009
NUESTRA HISTORIA
Dice el dicho, “No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue” y así fue, toda la mañana me había sentido nerviosa, ansiosa, debatiéndome entre lo que quería y lo que debía de hacer, a ratos la razón de mi situación actual me decía que no debería de ir a mi cita, pero mis deseos de estar con él eran más fuertes, la platica que tuvimos en el mensajero me ayudaba mucho a despejar las dudas que se iban acumulando en mi mente.
Se llego la hora de salir del trabajo, aun estaba muy nerviosa, además de que tenía un millón de cosas que hacer antes de irme, llegue a mi casa y comencé a prepara mi maleta y me fui a realizar las actividades que debía hacer antes de mi viaje.
Por fin me senté en el camión y pude tranquilizarme, poco a poco la calma llegó, y me dispuse a recordar en mi mente los detalles de las conversaciones que habíamos tenido desde la última vez que nos vimos, estaba ansiosa por probar en carne propia las fantasías que le había escrito y probar las cosas que el me decía que quería hacer conmigo. Quería disfrutar esas mismas emociones que me hacían vibrar a través de sus palabras, quería sentir en mi piel su tacto, el sabor de sus labios cuando me decía que quería comerme a besos, llenar mi interior con su sexo y tener los orgasmos que contenía cuando a través de nuestra charla me hacia ponerme en punto de ebullición.
Llegue a la central con tiempo de sobra, la calma ya había vuelto a mi, así que me dispuse a recoger mi equipaje y disfrute de un cigarrillo antes de entrar al baño a vestirme, el me había pedido que fuera vestida igual que en la cita anterior y yo quería complacerlo, así que con calma me vestí en la incomodidad del baño, cambiando desde mi ropa interior, ya que quería que el me viera guapa y me dispuse a maquíllame y péiname. Salí y me dispuse a esperarlo, todavía tenia tiempo y me fume otro cigarro, mis nervios comenzaban a alterarse y sin tener nada que hacer, solo mirar a la gente que estaba a mi alrededor las dudas querían volver a mi.
De pronto lo vi, y mi corazón dio un salto, pero como entró por otra puerta no pude alcanzarlo y lo perdí de vista, le mande un mensaje diciéndole el lugar exacto donde me encontraba y de pronto ya estábamos frente a frente, me abrazó y nos dimos un beso. Lo notaba nervioso al igual que yo, pero vi que su cara reflejaba gusto por verme.
Nos fuimos en taxi al hotel, y en el camino nos abrazamos y besamos, yo me sentía contenta, ansiosa por estar a solas con él, llegamos al hotel y nos registramos, cuando llegamos a la habitación deje mis cosas y mire el entorno eche un vistazo de reojo la cama donde estaríamos haciendo el amor. Me tomo en sus brazos y comenzamos a besarnos, acariciaba mis pechos, mis nalgas, y yo sentía crecer en mi interior una llama y la humedad entre mis piernas se hacia evidente. Pero el me había pedido que primero fuéramos a desayunar, yo realmente quería que no parara, que siguiera haciéndome el amor, pero tampoco quería mostrarme tan ansiosa, así que nos levantamos de la cama y nos fuimos a desayunar.
Me encantó el caminar a su lado, la platica que teníamos, el desayuno en si no me supo a nada, yo esperaba ansiosa el momento de regresar al hotel, el momento de sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, el tenerlo dentro de mi, sus besos, su olor, sus caricias.
Cuando llegamos a la habitación no podíamos esperar, comenzamos a besarnos y de pronto la ropa era un estorbo, en un momento estaba ya desnuda entre sus brazos, su manos recorriendo por todas partes mi cuerpo, su labios besando mis pezones, succionándolos, y mis manos recorriendo su pecho, sus brazos, se colocó encima de mi y abrió mis piernas y entró en mi, la urgencia dio paso a la pasión y levantó mis piernas, para penetrarme aun más, pronto las sensaciones invadieron mi vientre era tanta mi excitación que tuve mi primer orgasmo. Pero el no paraba, seguía entrando y saliendo moviéndose, por mi posición no alcanzaba a acariciarlo bien, pero me aferraba a sus brazos y acariciaba su pecho, y pronto el también llegó y se vació dentro de mi, pero continuo acariciando con sus dedos mi vagina y tuve otro orgasmo.
Se recostó a mi lado y nos abrazamos, tratando de recuperar el aliento, nuestros corazones latiendo al unísono, mientras el acariciaba con lentitud mi espalda, poco a poco la calma fue abriéndose paso, yo pensé que ya todo había terminado, mi experiencia en ese rubro no es mucha, por lo que me sorprendió que iniciara nuevamente a besarme en el cuello y pronto me encontré nuevamente húmeda, encendida, volvió a penetrarme y volví tener otro orgasmo, salió de mí y volvió a usar sus dedos para seguir provocándome un orgasmo tras otro, las sensaciones en mi cuerpo estaban a flor de piel, una sola caricia de sus dedos en mi vientre y yo explotaba, los gemidos crecían de intensidad, y el seguía, luego me volteo de espaldas y me penetro por detrás, la sensación fue muchísima, lo sentía en toda su extensión, pronto sentí un nuevo orgasmo, y sentí como él también se vaciaba en mi interior.
Al terminar el se fue a bañar y yo me sentía rara, entre apenada e incomoda, tome una toallita húmeda y me dispuse a asearme, me daba pena entrar al baño estando él ahí, al terminar me envolví en una toalla y me puse a mirar a través de la ventana, pensando en lo que acababa de suceder, mi vientre aun palpitaba, y así me encontró él cuando salió del baño, se acercó a mi desnudo aun y me abrazó, recostó mi espalda en su pecho y me besó el cuello y mi oreja, soltó la toalla y me volteo de frente para seguir acariciando mis pechos, yo miré de reojo hacia abajo y note que ya estaba listo otra vez para comenzar de nuevo, eso me excitaba, no había estado con un hombre que se recuperara tan rápido.
Me acordé de una de las fantasías que le había relatado y en silencio le pedí que se sentara en el borde de la cama y comencé a acariciarlo ahí justo en ese lugar que tanto placer me proporcionaba, baje mis labios y con la lengua trace un círculo alrededor y poco a poco lo introduje en mi boca, sus gemidos me daban la pauta para continuar, lo succionaba, lo besaba, y con mis uñas le acariciaba sus testículos y noté que era su zona erógena más sensible, pues se estremecía visiblemente, sus gemidos continuaban, y pronto tomo nuevamente el control nuevamente penetro en mi vagina y volví a explotar en un orgasmo y el también, salió de dentro de mi y volvió a usar sus dedos para continuar proporcionándome orgasmo tras orgasmo, poco a poco la calma regresó y el entro nuevamente al baño, estaba tan excitada que no lo dude y lo seguí al baño, mi intención era continuar en esa bruma de placer que el creaba para mi y para mi satisfacción vi que pronto se recuperaba y volvió a besarme ahora bajo el agua, acarició de nuevo mis pechos y pronto la pasión volvió a encendernos, me volteo de espaldas a él y me inclinó en la banca que estaba en el baño, las sensaciones se multiplicaron, todo mi vientre palpitaba y tuve el orgasmo más explosivo que jamás había sentido, el seguía moviéndose entrando cada vez más, y volví a tener otro orgasmo igual de explosivo, nos bañamos y regresamos al cuarto, yo estaba exhausta, mi vientre aun palpitaba, las sensaciones a flor de piel, si el hubiera continuado acariciándome yo seguiría en éxtasis, orgasmo tras orgasmo.
Nos vestimos y salimos de mutuo acuerdo a fumarnos un cigarrillo y comenzamos a caminar tomados de la mano, platicábamos de todo y de nada, los silencios que surgían entre los dos no resultaban incómodos, nos deteniamos de vez en cuando a ver escaparates, puestos, etc., él siempre atento, dándome el paso, cuidando en todo momento de mi, yo no podía quitar de mi mente las emociones vividas entre las sábanas, cerraba los ojos y volvía a revivir los momentos.
Regresamos ya noche al hotel, habíamos comprado comida para cenar, puesto que ninguno tenia hambre en ese momento, ya se empezaba a sentir frío por lo que cuando llegamos al hotel yo me puse nuevamente mi pijama para dormir, y me acosté a su lado, pronto el cansancio empezó a hacer efecto aunado a que la noche anterior había viajado, cerré mis ojos y me disponía a dormir, él me dijo que no me durmiera y comenzó a besarme, el sueño se fue por arte de magia y comenzamos nuevamente a hacer el amor, no recuerdo con exactitud como lo hicimos, solo recuerdo sus besos, sus caricias, y los nuevos orgasmos que me provocó, pronto el hambre se abrió paso y nos dispusimos a comer en silencio, platicábamos de vez en cuando, me sentía cómoda, tranquila, feliz.
Recogí los restos de la comida y me prepare para dormir, me acosté a su lado y cerré mis ojos, las imágenes de todo lo que había pasado en el día venían a mi y pronto caí en un sueño profundo, me despertó con sus caricias, con sus besos y volvimos a hacer el amor, yo no le había dicho que esa era una de mis fantasías el que me despertaran con caricias, fue como si me hubiera leído la mente, esta vez lo hicimos de una forma lenta, tranquila, el se hinco frente a mi y pronto su miembro se abrió paso entre mis piernas, tuve otro orgasmo pero para el no era suficiente y volvió a provocarme otros con sus dedos, yo le pedí que ya no más, me sentía agotada, física y mentalmente, satisfecha lo abrace y cerré mis ojos, no desperté hasta la mañana siguiente.
Ese día terminaba nuestro encuentro, me debatía entre las ganas de quedarme y mi responsabilidad de regresar, el seguía dormido, no quise despertarlo pues sabia que el dormía muy poco y quería darle la oportunidad de que descansara, así que trate de no hacer ruido, me bañe y vestí en silencio y salí a caminar un poco, compré café para los dos y me regresé a la habitación, él seguía dormido.
Me senté frente al espejo y observé mi cara, buscando una respuesta a mis preguntas, prendí la computadora y comencé a escuchar música suave, tomando poco a poco mi café, de repente el despertó, quise desnudarme y volver a la cama, hacer una vez más el amor, pero pudo más mi pudor y no lo hice, así que esperé que se bañara y se vistiera y comenzamos a recoger las cosas, fuimos a desayunar, esta vez platicamos muchísimo, nuestros puntos de vista de pronto eran muy diferentes, pero lo que mas me gusta de él es que aunque no piense igual a él, respeta mi punto de vista y eso me agrada mucho.
Regresamos al hotel y volvimos a hacer el amor, sabíamos que posiblemente ya no hubiera oportunidad, puesto que yo me regresaba esa noche a mi casa, me provocaba orgasmo tras orgasmo, yo feliz, contenta de sentirme deseada de ese modo por él, nunca había estado con un hombre con ese mismo hambre de disfrutar, de querer más y más, de demostrar esa pasión inagotable.
Salimos del hotel y buscamos otro más económico puesto que solo iba a dejar mis maletas, el me pidió que me quedara otra noche, pero yo no le di respuesta, en el hotel platicamos mucho, salimos a caminar y aprovechamos para comer, y continuamos caminando, enseñándome el lugar en donde estábamos y contándome el motivo por el que le gustaba vivir ahí.
Regresando al hotel, le dije que me iba a quedar esa noche, así que llegando a la habitación, me recosté y subí mis pies en lo alto, ya que estaba cansada de tanto caminar, sin yo pedírselo el comenzó a darme un masaje, esos detalles de él son lo que me ganan, sus manos fueron subiendo por mi cuerpo, pronto la ropa era un estorbo, nos desnudamos y continuamos haciendo el amor, esta vez en forma más calmada, lenta, subiendo poco a poco de intensidad, besaba mis pechos, lambia mis pezones, volvía a mi boca, yo acariciaba su pecho, sus brazos, las sensaciones entre mis piernas crecían en intensidad, me acostó sobre mi espalda y él se hinco frente a mi, levantó mis piernas y entro dentro, pronto me hizo llegar al orgasmo, luego salió de dentro de mi y me volteo de lado y me penetró por detrás, esa forma de hacer el amor le encanta y disfruta y yo también al saber que le gusta, me encantó que siempre estuviera dispuesto, su manera tan abierta de hablar de sexo, de decirme lo que le gustaba de mi, me hacía sentir deseable, sexi, guapa. Cuando terminamos nos abrazamos, luego nos fumamos un cigarro y cada uno en su silencio, tratando de recuperar el aliento, vimos la televisión, me acorde de pronto de una película que quería que viéramos juntos y pendí mi lap-top, el se acerco y juntos iniciamos a verla, adelanté las escenas que quería que viéramos, la trama era erótica y pronto la intimidad del momento y lo que veíamos hicieron que el deseo volviera apoderarse de mi, pero observaba que ya estaba un poco cansado y no quise iniciar nuevamente a hacer el amor, por lo que terminando la película cerré la lap-top y me dispuse a dormir, el siguió viendo la televisión y después de un ratito la apago y se acurruco a mi lado.
Nuevamente comenzó a acariciarme y me pidió que me subiera sobre él, me sorprendía que aun estuviera dispuesto a seguir amándonos, su hambre de mi no paraba y eso me excitaba más, las palabras que me decía, las sensaciones que sentía, todo se conjugaba para que mi excitación creciera, en mi excitación le dije que grabara ese momento en su mente para que cuando no estuviéramos juntos me recordara, mi vagina lo apretaba y eso le gustaba, me lo decía viéndome a los ojos, observando mi placer, constantemente repetía que al observarme como disfrutaba su excitación crecía y quería más y más y eso hacía que yo viajara en una espiral de placer que pronto culmino en un nuevo orgasmo, caí sobre él saciada, tratando de recuperar el aliento, y el seguía diciéndome cuanto estaba disfrutando con mi placer, eso me volvió más atrevida y volví a subirme sobre él pero ahora dándole la espalda, y las sensaciones pronto crecieron, pero estaba agotada y no pude alcanzar mi orgasmo, estaba ahí pero no podía sola, así que me acosté a su lado y le pedí que por favor me ayudara, y pronto utilizó sus dedos para darme el alivió que clamaba, y siguió y siguió, yo tenía un orgasmo tras otro, estaba hiper-excitada, no se cuantos orgasmos tuve, mi vientre palpitaba, mis piernas estaban temblorosas, sentía mi cuerpo laxo, solo acertaba a suspirar.
Así seguimos, no se cuanto tiempo más estuvimos perdí la cuenta de cuantos orgasmos tuve, él sorprendido y yo igual, nunca había estado con una persona con la que disfrutara tanto del sexo, que me hiciera perder mis inhibiciones, con la cual pudiera mostrarme cual soy, sin mascaras, sin escudos, no solo desnudé mi cuerpo si no que también desnude mi alma, solo me resta decirle
Gracias………………………
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miércoles, 25 de marzo de 2009
NUESTROS CUERPOS
Nuestros cuerpos extasiados
Que sudaban de placer
Cuando dábamos el alma
Antes del amanecer
Nuestros cuerpos enredados
En la sala, en el sofá,
En la cocina, en el baño
En el piso del desván
No se necesitaban las sábanas
Sin almohadas daba igual
Al unirse nuestros cuerpos
Todo era celestial
Una vela iluminaba
Una canción al compás
Se aceleraba el ritmo
Y aumentaba la humedad
Los gemidos que nacían
De dos cuerpos desquiciados
Desquiciados de locuras
Y de coitos alcanzados
Los gemidos delataban
Supremas sensaciones
Animales salvajes
fuimos en ocasiones
entregamos el alma
la vida de nuestros cuerpos
ternura en las miradas
amor con cada incienso
Amor en cada roce
pasión en cada beso
fundidos tu y yo
en un eclipse de deseos.
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martes, 24 de marzo de 2009
QUIERO BESARLE...
Me despierto y le veo tumbado a mi lado, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos, tentadores. Me consume por dentro no poder besarlos. Giro en la cama dándole la espalda. Mis movimientos le despiertan. Pasa una mano por mi cintura y se acerca a mí. El contacto de siempre, pero nada más. No me atrevo a dar el paso.
Noto su cálida y lenta respiración en mi nuca, demasiado cerca. Cierro los ojos para inundarme de esa sensación. Respiro hondo. Suspiro. Quiero besarle. Pongo mi mano sobre la suya y la acaricio, la siento suave y protectora. Me abraza. Me giro hacia él. Sus brazos me rodean y me cobijan bajo las sábanas. Quiero besarle.
"Te quiero", me susurra aún medio dormido. Apoyo mi cabeza sobre su pecho. Su mano acaricia mi pelo. Quiero besarle. Paso mi mano sobre su vientre y le rodeo con mi brazo. Caigo dormida.
Al despertar, él me está observando. Mis ojos se fijan en los suyos, oscuros, brillantes. Me sonríe. Quiero besarle. "¿Qué tal has dormido?", me pregunta. Le respondo que bien, que a gusto. Acaricia mi mejilla con su mano. Se acerca más a mí. Me besa en la frente. Sonrío y le miro. Nuestras bocas están peligrosamente cerca. Me acerco más a él. Se acerca más a mí.
Sus labios son suaves, carnosos, blandos. Se amoldan perfectamente con los míos. Los acarician, los rodean, los toman… Le estoy besando. Su lengua asoma tímida y roza mis labios con su punta. Mi lengua le da la bienvenida. Su mano se apoya en mi nuca, con suavidad. La mía le acaricia el vientre bajo la pijama. Su piel es suave, agradable. Cada parte de mi cuerpo está ahora mismo pendiente de sus caricias.
Se separa de mi boca y me mira. Sus ojos están inundados de cariño. Los míos muestran incredulidad ante lo ocurrido. "Llevaba meses esperando esto", confiesa. Su mano vuelve a acercarme a él. Me besa de nuevo. Gira y se coloca sobre mí, envolviéndome con su cuerpo. Le quiero. Quiero ese contacto. Le quito la camiseta. Quiero sentir su piel, ver su cuerpo. Acaricio su cuello con mis labios, lo beso. Su boca vuelve a aclamar la mía. Nos fundimos en un beso profundo y lento. Siento escalofríos. Me estremezco.
Sus dedos acarician mi brazo. Pasan bajo mi camiseta. Tocan mi piel, mi cintura. Me la quita. Me observa. Besa mi hombro, mi cuello. Suave, con dulzura. Mi mejilla, mis labios de nuevo…
Las manos nos van desnudando. Todo es lento, sin prisas. Noto su piel sobre la mía. Sus manos tocándome como si me fuera a romper, delicadamente. Las mías recogen su calor. Le recorren por completo.
Siento su deseo. Sus ganas de unirse a mí. Siento su cuerpo creciendo sobre el mío. Se desliza hacia arriba y nuestros sexos se tocan. Una mezcla de sentimientos se revuelve en mi interior. Quiero que ocurra. Quiero que me posea y que me sienta para él. Esta noche me entrego a su cuerpo. Le quiero…
Las caricias bañan nuestros cuerpos. Los besos son los protagonistas. Me humedezco por momentos ante la sensación de tenerle tan cerca. Apoyo una mano sobre la parte inferior de su espalda y le empujo con suavidad hacia arriba, notando como se introduce levemente en mí. "¿Estás segura?", me pregunta. "Nunca había estado tan segura". Mis palabras le hacen sonreír. Me dedica otra mirada tierna, llena de amor. Me besa con suavidad mientras su cuerpo comienza a poseer al mío.
Nuestras respiraciones son acompasadas. Mis ojos se cierran y mis sentidos se abren por completo, sintiendo cómo se introduce en mi interior centímetro a centímetro. Mis manos recorren su espalda, amoldándose a cada músculo y a cada curva. Beso su hombro y su cuello mientras él comienza a moverse al ritmo en el que mis manos le llevan. La sensación de estar unida a él, de haber cumplido mi mayor deseo, es superior a cualquier placer. Su piel en contacto con la mía es la sensación más agradable que pueda recordar. Sus labios siendo besados por los míos, su lengua ofrecida a la mía, sus manos y sus caricias… Algo inimaginable, inolvidable. No quiero que acabe nunca. "Te quiero", le digo "te quiero mucho". Me responde con un beso, de nuevo.
Me sorprende la lentitud de sus movimientos, como si quisiera hacerlo durar toda la vida. Tiene miedo de que algo me moleste, de hacerme daño, lo sé. Me ve frágil, me ve como su pequeño tesoro recién encontrado. No puedo dejar de mirarle, ver sus ojos fijos en mi y sus labios abiertos, tentando a los míos. Su frente brillando del sudor producido por la emoción y el deseo. Le acaricio el pelo, la cara. La otra mano aun apoyada en su espalda le anima a ir más rápido. Quiero que disfrute por completo, sin miedo.
El roce de nuestros cuerpos, el contacto del sexo y las caricias nos estimulan y nos excitan. Siempre ocurre ante un nuevo contacto con alguien, pero con él es diferente. Le quiero.
No podría permitir que se volviera a marchar de mi lado. Los años separados y los días que hemos pasado creando una amistad especial no han podido borrar los restos de un amor de infancia. Una fantasía esperada, por fin cumplida. Un contacto que siempre había imaginado y que ahora puedo conocer.
Ahora, en una cama, bajo la sábana, dos personas convertidas en una única silueta sienten, disfrutan y desean entre caricias y besos.
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viernes, 20 de marzo de 2009
COMO SI FUERA AYER...
Autor: M. Sosa
Aún esta presente en mi mente como si fuera ayer aquella tarde lluviosa cuando sonó el teléfono de mi escritorio, contesté y escuché tu varonil voz:
-Necesito verte, por favor ven en cuanto salgas estoy trabajando solo en la oficina de la calle de Independencia, no sabes como ardo en deseos de verte de abrazarte de besarte...
Yo titubeé no supe que contestar, tu de nuevo insististe y entonces decidí que te iba a ver acabando el trabajo que tenía que hacer...
Apagué la computadora me temblaban las manos y estaba cayendo un torrencial que no me dejaba ver más allá.
Salí de la oficina y no llevaba paraguas así que me empapé toda pero aún asi la lluvia no calmaba mi saciedad que tenía de tí, de tus besos y de tus abrazos...
Llegué a la oficina, toqué el timbre y tu me abriste la puerta, me dijiste que estaba empapada pero no importaba aun así me besaste y cerraste la puerta de la entrada me seguiste besando me tomaste de la mano y subimos la escalera redonda y se veía através del vitral los rayos que caían...
Abriste la puerta del baño y estaba ahi un espejo grande con un marco plateado me pusiste frente a el y tu me abrazaste por detrás y empezaste a acariciarme y a besarme, tus manos recorrían todas y cada una de las partes de mi húmedo cuerpo, entonces sentí como metías tu mano entre mis piernas hasta llegar a mi sexo caliente y lo acariciaste mientras yo todo lo veía através del espejo, me excitaba y sentía tu sexo erecto cada vez más y más.
Me besabas el cuello, acariciabas mis senos, me hacías gemir, hasta que decidiste tirarme al suelo bajaste mi ropa interior y me penetraste rápidamente y toda tu esencia se vertió dentro de mi...
Acabamos exhaustos, ya era tarde me vestí aún seguía lloviendo afuera me acompañaste a la puerta nos dimos un último beso y tomé el taxi que iba pasando en esos instantes...
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jueves, 19 de marzo de 2009
DESPEDIDA
El asunto es que Alfredo y yo habíamos sido amantes por algo así como un año; compartimos buenos ratos, nos divertimos mucho sin preguntarnos que hacia cada uno las noches que no pasábamos juntos; sin expectativas más allá del desayuno. La mala noticia era que su jefe decidió mover el negocio y Alfredo se iba de la ciudad. La mudanza, coincidió con una de esas épocas en las que yo estaba de trabajo hasta los codos, así que a pesar de los muchos intentos había sido imposible conciliar una despedida como la que nuestra historia se merecía.
Despedidas hubo varias, todos lo íbamos a extrañar mucho (cada uno de diferente forma), así que se aprovechaba cada oportunidad para reunir a la banda, tomarnos unas cervezas, desearle buen viento al viajero y hacer planes para ir a visitarlo. Los amigos no se imaginaban que en cada reunión de esas, él y yo estábamos tratando de cuadrar una discreta evasión que nunca se pudo concretar. Yo casi me había resignado a dejar la cosa así y despedirme con un cándido abrazo en público, mientras me imaginaba sus manos recorriendo mi cuerpo.
Un jueves en la tarde, menos de 24 horas antes de que el camión que llevaría la mudanza de Alfredo saliera de la ciudad, resultó que yo tenia tres horas muertas en el trabajo mientras esperaba turno para usar un equipo. Tenia mil cosas que leer y un informe que escribir, pero decidí entra al msn.
-Hola tu? ¿todo listo para la mudanza?
-Casi, estoy respaldando algunos archivos? no puedo arriesgarme a que le pase algo al computador durante el viaje.
-Claro!! Entonces? estas en tu casa.
-Si, aquí en medio de cajas. Y tu? ¿Mucho trabajo?
-Si ya sabes, fin de año? pero tengo tres horas muertas.
-¿Te lanzas?
-Llego en 20 minutos.
Hubiera sido bueno ir primero a mi departamento, la falda de mezclilla y las sandalias estaban bien, pero hubiera preferido cambiar la playera demasiado ancha por una sin mangas un poco más sexy; pero no había tiempo. Así que de salida pasé por el baño, me compuse el pelo recogido en una cola de caballo y me subí al carro tratando de no imaginarme lo que iba a pasar, para no distraerme mientras manejaba. El trafico fue benévolo con migo aquella tarde así que en menos de 20 minutos estaba estacionando en frente del edificio.
El timbre de su departamento nunca funcionó, había que gritar a la ventana. Ese ritual a la llegada al departamento de Alfredo no me gustaba del todo; casi siempre me pasaba unos minutos allí esperando a que él oyera mis gritos por encima de la música y bajara a abrirme. En esta ocasión no tuve que esperar. Tan pronto pasé la puerta caí en sus brazos, sus manos recorrían mi espalda y el ??hola? se silenciaba en un beso profundo.
-Pensé que no te volvía a besar en esta ciudad.
-Yo también.
Subí las escaleras adelante de él, con sus manos apoyadas en mi cintura. Llegamos directo al estudio por que el PC había hecho un ruido que reclamaba la atención de Alfredo, pero también por que la habitación estaba cubierta por ropa, cajas y maletas a medio empacar. Mientras él puso un CD nuevo en el computador, yo ojeaba los libros empacados en una caja. Alfredo se acercó por la espalda y me besó en el cuello mientras por debajo de la playera sus manos llegaron a mis senos, la playera ancha tenia sus ventajas.
La luz de la tarde entraba por la ventana y mi cuerpo se encendía con el contacto de su cuerpo pegado a mi espalda y la caricia cada vez más fuerte de sus manos en mi pecho. La vista al parque era sensacional. Su boca rodeó mi cuello y se encontró con la mía, unidos en un beso que empezó muy suave pero se fue haciendo cada vez más intenso; me di la vuelta para quedar de frente a él y empecé a acariciar sus piernas y sus nalgas. La respiración se hacia agitada y el calor de la tarde, sumado a la intensidad del contacto de nuestros cuerpos, empezaba a hacer molesta la ropa.
Alfredo se quitó la camisa mientras yo me quitaba la playera; nuestras pieles se buscaron en un abrazo con caricias lentas en los brazos, la espalda, el cuello, las nalgas? ahora era mi falda y su pantalón los que sobraban así que nos deshicimos de ellos. Mis labios buscaron los suyos pero él me apartó con suavidad…..
-Nunca te había visto con luz de tarde, me gusta tu piel con esta luz.
Mientras miraba cada parte de mi cuerpo como si estuviera descubriendo algo nunca visto, se sentó en el sillón. Yo me acerqué a la ventana y con una mano empecé a acariciar mi seno por encima del sosten, mis pezones estaban muy sensibles y la caricia los hizo muy evidentes.
-Usa tu otra mano.
Obediente llevé la otra mano al seno libre pero él negó con la cabeza, lentamente, sin decir palabra. Así que llevé mi mano derecha al pubis sobre el panty de algodón blanco, usé dos dedos para recorrer mi vulva mientras mi cadera giraba lentamente para facilitar la caricia. El sol abrazaba mi cuerpo y yo disfrutaba por igual mis caricias y su mirada absorta en el suave contoneó de mi cuerpo. Yo mientras tanto, lo miraba con la boca entreabierta, su pene hinchado levantaba notoriamente el boxer y mantenía mi atención en su entrepierna.
Cuando empecé a sentir la humedad desbordante, Alfredo me hizo señas con una mano para que me acercara y se acomodó en el sillón. Me acerqué a él caminando lentamente, cuando estuve a su alcance rodeó mi cuerpo con sus brazos y soltó el broche del bracier en mi espalda. Lentamente bajó uno por uno los tirantes antes de descubrir mis pechos, los cuales cubrió inmediatamente con su mano y su boca. La punta de su lengua recorría lentamente el borde la aureloa, apretaba suavemente el pezón usando sus labios, o chupaba con desesperación como si de mi pecho emanara su fuerza. Sus piernas rodeaban mi cuerpo y yo podía acariciar sus muslos.
Separándome un poco me dejé escurrir hasta el piso, él se sentó en el borde del sillón para darme acceso a su pene delicioso todavía aprisionado en su ropa interior. Me las arreglé para quitar el boxer y dedicarme a besar y lamer su falo mientras con la mano acariciaba sus testículos. Recorrí el frenillo de abajo arriba con mi lengua mientras Alfredo hacia gestos de placer y ponía sus manos sobre mi cabeza para invitarme a darle una mamada. Me encantaba su pene, siempre ejerció unas especie de magnetismo sobre mi; tenerlo en mi boca, recorrerlo de arriba abajo apretando con mis labios, besar el glande, chuparlo, recorrerlo con las manos, sentirlo vibrar en mi garganta, encendía todo mi cuerpo de forma indescriptible.
Sus manos sobre mi cabeza dirigían el ritmo primero pausado y luego cada vez más intenso hasta que la tensión en su cuerpo le causó una especie de espasmos.
-¡Espera! Detente un poco! ? no quiero venirme todavía
Respiró profundamente y se acercó para besarme en los labios. Luego se estiró por encima del brazo del sillón para alcanzar un condón que esperaba en la biblioteca vacía. Rasgó el empaque y se lo puso mientras me besaba en los labios. Tomándome por los brazos me ayudó a ponerme de pie en frente de él. Bajó el panty colmado de humedad y me invito a sentarme sobre su pene más que erguido, mientras me penetraba. El ajuste era perfecto.
Después de todo lo que habíamos compartido los dos sabíamos muy bien lo que el otro necesitaba para llegar a la cima del placer. Sentada sobre sus piernas de frente al él, me moví en círculos con su penen bien adentro de mi. Mientras lo hacía sentía el estimulo sobre las paredes de mi vagina que empezó a contraerse rítmicamente. Le besé en los labios, las orejas, el cuello; le acaricié el la cabeza con mis dedos entre el cabello, mientras él recorría mi espalda con una mano y aprisionaba un pezón con los dedos de la otra mano.
Puso sus manos en mis nalgas, acarició, apretó y finalmente me ayudo a impulsarme para moverme de abajo hacia arriba para luego volver a bajar; recorriendo su pene a todo lo largo con los labios de mi vulva. En medio de jadeos y sin dejar de rotar mi cadera incliné mi cuerpo separándome de él mientras me sostenía de los brazos del sillón, la fricción se sentía más intensamente e hizo que aceleráramos el ritmo de los movimientos hasta que mis ojos se nublaron con miles de estrellas, todo mi cuerpo se sonrojó y mi vagina se inundó con mis líquidos.
Me detuve un poco para recuperar el aliento. El aprovechó al pausa para ponerme de pie (casi no me sostenía); se acomodó de nuevo en el borde del sillón y tomándome por la cadera me dio la vuelta y me jaló hasta que estuve de nuevo sentada sobre sus piernas esta vez con su pene en mi vagina penetrándome desde atrás. Empezó con movimientos lentos que se fueron haciendo cada vez más rápidos y apremiantes. Eso me enloquecía y él lo sabía; como sabía que si además de bombear en mi vagina, estimulaba mi clítoris con sus dedos yo iba a perder el control por completo en un paroxismo de jadeos y gritos.
Y perdí el control, dejándome llevar por el impulso de sus embestidas y los movimientos circulares de su dedo sobre mi clítoris hinchado. Mis jadeos se hacían cada vez mas fuertes, sentía gotas de sudor deslizarse por mi espalda y mi pecho; los músculos de mis piernas protestaban por lo exigente del movimiento en esa posición; pero yo no paraba de subir y bajar con euforia. Para mantener el ritmo, Alfredo puso sus manos en mi cintura al tiempo que yo continuaba la faena en mi clítoris. Con cada una de sus envestidas sentía el golpe de sus testículos y me iba acercando más y más a una gran explosión orgásmica.
Sentía cómo cada músculo de mi vagina apretaba su pene al compás de las penetraciones, sentía mi respiración cada vez más acelerada y la tensión en cada uno de los músculos de mis piernas.
-Te gusta nena?, dímelo!
-Me encanta, me encanta!!! Si! Sigue!, no te detengas!
-no me detengo, vente, disfrútame, me tienes todo para ti.
-si, si, sigue!, siiiii ahhhhh
-vamos nena vente, así!
Yo me sentía desfallecer pero el movimiento no cesaba, el placer llenaba todo mi cuerpo surgiendo desde la vagina colmada de líquido; las luces... había entrado en una sucesión de orgasmos que parecía interminable.
-Yo también me voy a venir
-si? vente ,vente, damelo!!
-ahhhh
Después del espasmo y las contracciones; el movimiento se fue apagando lentamente, estiró su mano para reclinar el sillón y yo caí estrepitosamente sobre él y allí me quedé.
No se cuanto tiempo pasó, debieron ser algunos minutos. No estaba dormida y creo que él tampoco, pero no estaba realmente despierta, sentía como si chorros de agua salieran de todo mi cuerpo, o pequeñas flores brotaran a través de los poros de mi piel. Estaba exhausta y feliz. Alfredo me acariciaba un brazo al tiempo que dormitaba.
Cuando recuperé la conciencia y mire el reloj me incorporé de un brinco, le di un beso en el pecho y me fui al baño. Tome una ducha larga dejando que el agua corriera por mi cuerpo cansado y renovado al tiempo. Cuando estaba por salir, Alfredo entró en la regadera y decidió enjabonarme de nuevo. Mientras yo me dejaba hacer, cubrió mi cuerpo con espuma y luego la fue quitando con sus manos y el agua corriente; después de un largo beso de despedida me autorizo a salir de la ducha para vestirme y correr de regreso al trabajo.
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miércoles, 18 de marzo de 2009
UNA AGRADABLE RECOMPENSA
Ahi estaba yo desnuda como diosa dirias esperandote... pasaban las horas y nada... ningun hecho que anunciara tu tan anhelada llegada, finalmente el cansancio me vencio y me dormi... Estaba amaneciendo cuando por fin escuche el sonido de un coche aparcando en la entrada... rapidamente me puse la bata y corri a la entrada a recibirte como era apropiado, ahi estabas tu regresando de la oficina tu mi grandioso dios del sexo. Me regalaste apenas una media sonrisa, el cansancio y el fastidio estaban marcados en tu rostro, pero ahora mi pequeño ahi estaba yo para alejar tus problemas.
Me acerque y sin mas espera te bese apasionadamente desfogando ahi todas mis necesidades mi espera interminable mi amor por ti, tu tan solo me respondiste con un beso a medias, me enfade... no habia esperado tanto como para que te dejaras vencer tan solo por el cansancio mordi tus labios hasta que una pequeña gota escarlata aparecio, fue ahi cuando te percataste que no me daria por vencida tan rapido, me abrazaste contra tu cuerpo fuertemente me lastimabas pero no importaba ahora mi objetivo lo habia cumplido ahora me castigarias cual la niña malcriada que soy.
Me levantaste en brazos y me llevaste cargando escaleras arriba, mi piernas firmemente sujetas a tu cintura y tus labios sobre los mios, llegamos a la habitacion y me liberaste de tu abrazo y yo sintiendome mas excitada que en un comienzo me dirigí hacia la cama , pero no tu no querias estar ahi caminaste directamente hacia el baño sin ni siquiera girar para mirarme... ahora lo entendia querias que yo tomara el papel de sumisa esta noche pero no... te esperaba una sorpresa, siguiendo tus pasos me dirigi al baño. y ahi estabas tu esperandome sin mas ni mas me abriste la bata bruscamente y ahi estaba mi piel, cuerpo mi alma ante ti, mire tus ojos y ahi pude ver una fugaz chispa de lujuria , asi que adopte el papel que tanto te gusta y te desespera a la vez; espere a que me dictaras tus indicaciones cual la vil sierva que era.
Pusiste mis manos sobre tus hombros esos hombros anchos que tanto me encantan lentamente te desvesti dejandote solo en calzoncillos, me tomaste de las muñecas y me cargaste agresivamente, nuevamente nos besamos profunda apasionadamente, tu lengua buscaba con desesperacion la mia, la pasion recorria por nuestros cuerpos y yo solo queria tenerte ahi tu lengua jugueteando con la mia, te senti impaciente, esa era la señal era mi turno de torturarte, deje tus labios y baje lentamente besando tu cuello tu pecho, me dirigi hacia tu vientre jugue largo rato con mi lengua sobre tu ombligo, yo sabia lo que tu querias pero todavia tenias que sufrir mas por haberme echo esperar tanto...
Con mis dientes poco a poco te baje los calzoncillos llenandote de besos pero evitanto la zona genital, levante la mirada una vez mas como la niña caprichosa que era y pude ver en tus ojos que iba a pagar esa tortura, pero nada importaba me encantaba verte ahi desesperado por mis caricias por mis besos abriste la regadera el sonido del agua cayendo me hizo estremecerme, me volviste a levantar por las muñecas, pero esta vez para mi sorpresa fue para cerrarme la bata, me desconcertaste, te dirigiste a la regadera y entraste en ella, el agua cayendo sobre tu cuerpo que vision tan mas excitante, y ahi me encontraba yo levantada congelada ante esa imagen.
Tus brazos fuertes me jalaron nuevamente hacia tu cuerpo, el agua fria chocaba contra el mio, ahora lo entendia te gustaba la vision de la bata mojada sobre mi cuerpo , me quite la bata sensualmente, cayo al suelo con un golpe sordo y ahi estaba yo, mi boca, mi senos mi cuerpo esperando la caricia de tus manos, mis pezones estaban erguidos esperando ansiosos tu caricias, el agua fria golpeaba contra ellos produciendome un estremecimiento doloroso y placentero, nuestros labios se fundieron una vez mas en un beso jugueton y ardiente, mientras tus manos se dirigian hacia mis pechos que reclamaban tus atenciones, dejaste mis labios para dirigirte a ellos me besaste me mosdiste me pellizcaste arrancandome gemidos de satisfacción.
Mientras me comias los senos tus manos bajaron hasta mi conchita, con tus dedos abriste mis labios buscando mi botoncito de placer, tomaste mi clitoris y comenzaste a masturbarme que delicia me arrancabas jemidos cada vez mas sonoros me estremecia de placer hasta que no pude mas y me vine derramando sobre tus manos mi jugoso nectarAcercaste a mi odio tu boca y me susurraste:
-esta es tu noche pequeña , esta noche te hare gozar como nunca eres mia mi
- solo pude contestar –
-soy tuya, tu mujer, tu hembra soy tuya
Nos enjabonamos los dos repartiendonos caricias ambos, mis manos bajaron hasta tu miembro, erecto y duro, te debia de estar doliendo esa ereccion asi que me dirigi a aliviarla con mis caricias, llene de besos tu glande,te lami , te mordi , te hice el amor con mi boca hasta que me regalaste tu lechita, me la trague toda como la buena sierva que soy. Me levantaste me apoyaste contra la pared y atravesaste mi conchita con esa formidable lanza ahh.. tan solo pude exclamar comenzaste con un movimiento suave pero, poco a poco fuiste aumentando la velocidad de las embestidas con tus manos comenzaste a acariciar mi clitoris nuevamente y me vine un orgasmo tras otro tras otro, sin darme cuenta ahora nos encontrabamos en la cama.
Me colocasta de a perrito sobre ella y me penetraste nuevamente , tu mano se dirigió nuevamente hacia mi clitoris provocándome mas placer del imaginable, de repente te senti estremecerte y un segundo despues sentí esa miel de dioses golpèando contra mi utero, me vine otra vez quedando extasiada sobre la cama y tu con tu boca sobre mi sexo sorbiendo los fluidos mezclados de ambos. De pronto senti tu lengua ir desde mi clitoris hasta mi ano, la introduciste en mi vagina lamiendome, besandome, acaricandome, senti uno, dos, tres dedos dentro de ella mientras tu lengua describia circulos sobre mi clitoris, no pude evitar venirme una vez mas... y de nuevo te bebiste mis jugos.
Caiste a la cama de espaldas era mi turno de darte placer me monte sobre ti y comence a cabalgarte como una vaquera, arque mi espalda y me vine mi orgasmo temblo dentro de mi un segundo antes de sentirte dentro de mi, caí rendida sobre ti, y nos quedamos dormidos juntos, llenándonos de besos y caricias.
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martes, 17 de marzo de 2009
NERVIOS
MI HISTORIA PARA TI.....
La mañana era fría, acababa de salir de mi casa y me recorrió un escalofrio por mi cuello, algo me iba a pasar… siempre que tenia esa sensación algo pasaba.
Me dispuse como todos los días a coger mi coche para ir a mi oficina, recorrí la CARRETERA, como todos los días, sin coches era demasiado temprano o demasiado tarde para que alguien interrumpiera mi camino al fin y al cabo eran las cuatro y media de la noche o de la mañana..
Al girar en una curva vi a una chica con su chaleco reflectante intentando ver que le sucedía al coche, me pareció que necesitaba ayuda, pare mi coche a su lado y le pregunte si quería que la ayudara, ella estaba bastante nerviosa, y me pidió que por favor la ayudara, no sabia que le sucedía a su coche, se había quedado sin batería y no podía llamar a nadie, yo le ofrecí mi celular para que llamara a una grúa y me ofrecí a quedarme con ella mientras llegaba, ella me miro y me dio las gracias con sus ojos.
Llamo por teléfono y le indicaron que la grúa tardaría en llegar como una hora, ella se desespero al oírlo, pero que remedio, tendría que esperar. Entonces nos presentamos.
Hola, soy Javi, ella me miro a los ojos y su boca pronuncio su nombre.. hola soy Baby..
Entonces me fije en ella la mire de arriba abajo, me fije en su pelo de color canela..largo brillante, suave, caía sobre su cara y ocultaba ligeramente sus ojos que miraban al suelo como con MIEDO, la mire sus ojos..
Que ojos tenia, grandes, hermosos, y ese color verde intenso, transmitía tanta tranquilidad, tanta sensualidad, tanta pasión, que me dio un vuelco el corazón.. seguí mirándola, llevaba un vestido rojo muy ajustado que le quedaba justo por encima de sus rodillas, bajo su chaqueta roja de piel, y sus zapatos de tacón de aguja rojos.
Me dieron ganas de acercarme a ella y abrazarla, y recorrer su bello cuerpo. La imaginaba frente a mi desnudándose muy despacio..
Mientras mi mente imaginaba ella se acerco a mi oído y me dijo que tenia frio, y me pidió meternos en mi coche hasta que llegara la grúa, yo la acompañe y le abrí la puerta caballerosamente, ella al entrar no pudo hacerlo sin subir su vestido, dejando sus largas piernas al descubierto, sus medias eran de seda negra y llevaba unos bonitos ligueros también negros, yo la mire intentando que ella no se fijara en mi lasciva mirada, pero creo que no dio resultado.
Al sentarme en mi asiento Baby me miro, y dirigió su mano hasta mi cara acariciándola suavemente, acerco su boca a mi oído y me dijo que le gustaba como la estaba mirando, y que no disimulara mi mirada lasciva, y me beso con sus labios rojos en mi mejilla..
Fue suficiente para mí, mi cuerpo mi mente ya no podía pensar, cogí sus manos, las bese, y acerque mis labios a los suyos, suavemente los bese, ella respondió a mi beso, y poco a poco nos fuimos abrazando hasta que nuestros cuerpos a pesar del sitio se acercaron tanto que note sus pechos rozando el mío,.. . . . .
Su mano recorrió mi cuello y sus largas uñas suavemente me acariciaron… yo no podía mas que oler su aroma, tenia un aroma a sexo y pasión era dulce, sus labios sabían a miel y su roce era caliente y sensual…
Mi cuerpo empezaba a experimentar una sensación de deseo y pasión. Pero de repente todo paro…
Las luces de un coche nos deslumbraron, era la grúa.. había llegado mucho mas rápido que lo que ambos deseábamos en aquel momento, ya no teníamos ninguno de los dos prisa.. pero no podíamos seguir, nos miramos nos reímos y salimos del coche, el chico de la grúa nos miro y como si se diera cuenta de lo que acababa de hacer nos pidió perdón. Nuestra risas estallaron en la noche y el moviendo la cabeza como diciendo “que loca esta la gente”,se puso a lo suyo y empezó a subir el coche de Baby a su camión.
Nosotros estábamos deseando que nuestro “invitado”, se marchara, habíamos traspasado la línea y ya no queríamos parar, pero no podíamos hacerlo, nos pregunto donde queríamos llevar el coche, Baby le dijo que al concesionario mas cercano y nos dispusimos a seguirle en mi coche, llegamos a las puertas del concesionario aun era demasiado temprano y estaba cerrado el bajo el coche y lo dejo frente a la puerta y desapareció despacio poco a poco….
Ya eran las cinco y media de la mañana, frente a nosotros teníamos un mundo de tiempo, y teníamos una vieja casa mirando nuestros movimientos, Baby me miro a los ojos, yo la entendí enseguida, y como guiados por un fantasma nos dirigimos hacia la vieja casa, miramos a nuestro alrededor, la casa parecía desierta, empujamos la puerta y como si nos estuviera esperando se abrió a nuestro paso, estaba vacía, pero era cálida, o al menos a nosotros nos lo pareció… frente a nosotros ser erguía una gran escalera….
Baby dejo mi mano huérfana de la suya, y subió por la escalera hasta ponerse frente a mi y poco a poco fue bajándola, despacio muy despacio, yo la miraba con morbo, con deseo, con pasión.
Poco a poco fue llegando hasta mi, hasta que sus rojos labios se encontraron con los míos, y nos besamos, con mayor pasión aun que la primera vez.. mi manos ágilmente retiraron su chaqueta y dejaron al descubierto su vestido rojo, mis ojos se fijaron en su gran escote y desearon sus pechos,
Su cuerpo estaba junto al mío su pasión estaba junto a la mía…
Ella no me dejo tocarla en ningún momento, me deseaba lo decía con su mirada, pero no me dejaba tocarla, el morbo estaba servido, Baby se puso frente a mi y me dio la espalda, me miro, provocativa, yo la entendí.. y desabroche poco a poco su vestido… ella con un suave movimiento lo dejo caer hasta el suelo, y quedo ante mi con sujetador rojo de encajes y con un sutil y fino tanga, como no también rojo, sus piernas largas, sus tacones de aguja, todo era perfecto, todo me excitaba, todo me sobrepasaba, todo yo era deseo, pero ella, insistió no me dejo tocarla.. solo mirarla, mirar su cuerpo admirar sus curvas, su silueta a contraluz, con sus manos recogió su cabellera dejando al descubierto su precioso cuello.. y entonces me pidió que la besara…
Mi boca se hacerlo a su cuello, lo beso, mi lengua lo recorrió, parándome a conciencia en sus lóbulos, ella se estremecía, su piel se puso de gallina al notar mi boca sobre sus preciosas y dulce orejitas, yo intente acariciar su cuerpo semi desnudo, ella retiro mis manos solo dejaba a mi boca estar junto a ella.. y cuando lo considero oportuno ni eso….
Se volvió frente a mi… acaricio mi cuerpo, y poco a poco fue desnudándome, muy despacio me quito mi chaqueta, mi corbata, mi camisa, y recorrió mi pecho con sus largas y expertas manos, desabrocho mi cinturón, y acabo tirando de mi pantalón hasta que quede casi desnudo frente a ella…
Entonces..se retiro se alejo de mí y me pidió que terminara lo que había empezado ella, yo como un sumiso servidor obedecí su orden y deje caer mis slip al suelo, quedándome completamente desnudo frente a ella.
Me miro con una sonrisa picara, y me pidió que me acariciara, “tiempo después descubrí que eso le daba mucho morbo”, mi manos como si fueran las suyas fueron recorriendo mi cuerpo empezando por mi cara, despacio, fui bajando hasta llegar al punto donde mi cuerpo demostraba visiblemente mas excitación, y empecé a acariciar mi pene, mi mano paseo por el desde su base a la punta, como si de sus labios se tratara, poco a poco, mi mano lo rodeo, y empecé a moverla alrededor de él….
Me pidió que no parara bajo ningún concepto quería ver como llegaba hasta el final, pero cada vez se acercaba mas a mi, y mientras yo seguía con mi trabajo, ella, empezó también a acariciar su cuerpo….
Yo la miraba, excitado cada vez mas, notaba como mi pene me pedía permiso para estallar, pero yo no le quería dejar, no quería que aquella sensación aquel placer se perdiera en un segundo.. pero sabia que no podría contener mas y también sabia que si lo dejaba terminar el me recompensaría al poco tiempo con una nueva erección.
Al final lo deje decidir, y lógicamente, no espero a mi orden, y el aire y poco después el suelo se lleno de una parte de mi….
Baby entonces me miro, y con una mirada picara y sensual, sonrió… de su boca en ese momento salió una palabra que yo deseaba oir desde hacia mucho tiempo “dame placer… hazme disfrutar, Javi…”
Yo me dirigí hacia Baby, acaricie su cara, dulcemente, y llegue hasta su cuello, mi lengua lo recorrió, mientras ya por fin mis manos recorrían su desnuda cintura.. me puse detrás de ella..para descubrir poco a poco su espalda, mis manos la recorrían, la moldeaban, y poco a poco me acerque hasta su sujetador desabrochándolo y dejándolo caer al suelo, mis manos recorrieron la huella que dejo en su cuerpo, y poco a poco fui llegando hasta sus senos, suaves, duros, pero a la vez tiernos, los recorrí despacio haciendo círculos con mis manos, ella mientras acariciaba mi pelo con sus largas manos,
Seguí haciendo círculos, cada vez mas concéntricos sobre sus pechos, hasta que llegue por fin a sus pezones, y los recorrí despacio, estaban duros, erguidos, esperándome.. seduciéndome, pidiéndome y deseándome, yo no los deje, los acaricie con mis dedos, y los pellizque suavemente, y volvi a recorrer con mis manos sus pechos, calientes y erizados, erguidos pidiendo mi boca…
Ahora era yo quien no tenia prisa, quien no la dejo mover sus manos, quien la recorría sin prisas pero sin pausa, el que dominaba la situación, la deseaba mi pene nuevamente estaba erecto pidiendo su cuerpo, volví con mi boca a su espalda y recorrí con mi lengua toda su columna hasta llegar a su suave tanga, y con la ayuda de mis dientes lo lleve hasta el suelo, subi por sus piernas, recorriéndolas despacio, por dentro y por fuera, hasta llegar a su culito, duro, esplendido, precioso, y lo bese lo mordí suavemente, lo acaricie, lo recorrí con mis manos y con mi boca, con mi lengua, mis manos se quedaron en sus piernas y mis cuerpo de rodillas deseaba cada vez mas poseerla
La di la vuelva y la mire desnuda frente a mi, era perfecta, impresionante, sus tacones, sus piernas, me excitaban, me llenaban de morbo de deseo, ella abrió ligeramente sus piernas, y descubrí su sexo rojo, excitado, caliente, deseoso…. Mi boca recorrió su cuerpo besándolo suavemente, dejando que su perfume me embriagara me emborrachara olía a pasión a deseo a sexo, a dulzura, a pasión.
Mi boca poco a poco llego hasta su sexo, lo recorrió lo beso, y mi lengua poco a poco empezó a investigar en su interior, Baby poco a poco fue abriendo sus piernas, mi ojos la miraron buscaron los suyos estaban cerrados, esos dulces y bellos ojos negros, estaban ocultos esperando el placer … sus manos acariciaban y pellizcaban sus pezones, mis manos recorrían sus piernas desde la punta de su tacón de aguja, hasta lo mas alto de ellas.. eran largas, y el recorrido era eterno pero excitante…
Entonces le pedí que se pusiera de espaldas a mi, abrazados nos acercamos a la escalera y ella apoyo su cuerpo inclinado sobre ella yo recorrí su cuerpo con mis manos, y despacio penetre en su cuerpo, profundamente mi pene entro en su sexo, mientras ella se sujetaba, mis manos buscaron su clítoris y sus pechos, ambas tenían trabajo por hacer, mientras mi cuerpo excitado estaba dentro de ella, me detuve no moví ni un musculo, deje que mi pene siguiera dentro de ella, y mientras mi mano derecha acariciaba cada vez con mas devoción su clítoris, buscando su orgasmo, y mi mano izquierda pellizcaba suavemente los pezones de mi amiga…
En ese momento ella empezó a jadear estaba llegando al orgasmo y yo empecé a moverme a su ritmo.. cada vez mas frenético “mas rápido mas rápido”, gritaba Baby, yo no podía mas que obedecer y mis pene entraba y salía de su vagina una y otra vez y mis manos no paraban de acariciarla… hasta que exploto de placer… y llego al orgasmo … poco a poco su cuerpo se fue destensando, volviendo a su estado de relajación, se volvió hacia mi y me beso en los labios, yo la devolví el beso, su lengua entro en mi boca y la recorrió entera suavemente despacio… buscando mi aroma mi sabor… y dándome el suyo… siguió recorriendo mi cuerpo bajando y besándolo hasta que llego a mi erecto miembro y lo introdujo en su boca relamiéndolo como si fuera un helado de vainilla, lo chupaba con devoción con placer, su boca tragaba mi miembro y lo dejaba escapar.. sus manos recorrían mis piernas, apretaban mi culo y cada vez deseaba mas dejar que ella descubriera mi sabor.. el sabor mas intimo de un hombre… ella me lo pedía con su mirada, deseaba recoger la leche de la vida dentro de su boca.. y yo no me negué a concederle ese placer… y mi cuerpo exploto dentro de ella..
Ya eran casi las ocho de la mañana el concesionario estaba a punto de abrir y ninguno de los dos queríamos que nos pillaran allí, decidimos vestirnos y esperar dentro de mi coche a que abrieran…
Durante la media hora de espera no dejamos de mirarnos sin tan siquiera hablar, simplemente nos mirábamos y entrelazábamos nuestras manos.. de vez en cuando se nos escapaba un beso…y por fin llego la hora.
Baby entro en el concesionario dejo las llaves del coche y al cabo de un rato salió, yo ya llegaba tarde muy tarde a trabajar por lo que mientras esperaba llame para decir que no podía ir, “me ha surgido un problema y hoy no puedo ir”, le dije a mi jefa.
Baby salió, y me pregunto si podía llevarla a su casa, yo por supuesto lo estaba deseando.. quiera seguir con ella todo el tiempo que puediera… nos dirigimos despacio hacia allí, hablamos del tiempo, de la crisis, del trabajo, queríamos relajarnos… y durante los cuarenta minutos que duro el trayecto no dijimos nada de nuestro encuentro.
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viernes, 13 de marzo de 2009
DESIERTO
En aquel jardín
mientras el sol refleja su luz en tu rostro
contemplo tu mirada, tus labios
tu ser tan inmenso
Sintiendo tus manos sobre mi piel
sobre mis caderas ansiosas de tenerte
muy cerca
Unir tu piel con la mía y detener el tiempo
mientras gira el universo, unos minutos,
unas horas, pero es solo eso un momento
mientras el sol refleja su luz en tu rostro
contemplo tu mirada, tus labios
tu ser tan inmenso
Sintiendo tus manos sobre mi piel
sobre mis caderas ansiosas de tenerte
muy cerca
Unir tu piel con la mía y detener el tiempo
mientras gira el universo, unos minutos,
unas horas, pero es solo eso un momento
jueves, 12 de marzo de 2009
MANANTIAL
Eres manantial inagotable de placer
aguas cristalinas de las cuales me pude extasiar
explorando cada gota
sumergiéndome en lo profundo
descubriendo las ondulaciones
que produce el viento al soplar
explorando tu superficie
yendo por crestas y valles…
Caminaría lentamente por tus formas
y boceto en mi mente tu figura
palparía con mis dedos y manos
transformando cada sensación
en un movimiento perfecto
que me lleva a esculpir
cada parte, cada rincón…
hasta descubrir lo intimo
y lo prohibido…
lo plasmo en el centro de tu orgasmo…
y me quedo con tu feminidad…
Eres el éxtasis de lo sublime
eres la transformación de lo indescriptible
eres la sensación del gozo pleno
eres la lectura de la sensualidad…
aguas cristalinas de las cuales me pude extasiar
explorando cada gota
sumergiéndome en lo profundo
descubriendo las ondulaciones
que produce el viento al soplar
explorando tu superficie
yendo por crestas y valles…
Caminaría lentamente por tus formas
y boceto en mi mente tu figura
palparía con mis dedos y manos
transformando cada sensación
en un movimiento perfecto
que me lleva a esculpir
cada parte, cada rincón…
hasta descubrir lo intimo
y lo prohibido…
lo plasmo en el centro de tu orgasmo…
y me quedo con tu feminidad…
Eres el éxtasis de lo sublime
eres la transformación de lo indescriptible
eres la sensación del gozo pleno
eres la lectura de la sensualidad…
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miércoles, 11 de marzo de 2009
IMAGINA
y bien
imagina ............
tus manos entrelazadas con las mías, transmitiendo, sensualidad y calor, comprensión y amor, si como un pacto, un pacto entre los dos, ni Dios, ni la Naturaleza, solo tu y yo.
Entonces mirare tus ojos fijamente, entrare a tu cuerpo, a tus pensamientos y sentimientos por tu mirada, me acerco a tu corazón, casi imperceptiblemente, con mucha cautela, no quiero que cierres tus ojos, no antes de entrar por completo a tu ser, no antes de hacerte soñar, vivir y sentir como yo te vivo, como yo te siento, no con reglas, ni tabúes, solo con un infinito amor y una fuerte pasión que me mata.
Cuando este tan cerca de ti mis labios besaran suavemente los tuyos, mi aliento te embriagara. Si puedo sentir tu boca, tu lengua jugueteando con la mía, mientras, mis brazos se engancharan a tu cuello, los tuyos a mi cuerpo. ¿Puedes sentirlo? mis manos bajan lentamente por tu espalda desnuda, aprisionándola contra mi pecho, los besos se vuelven interminables, intensos, pero decido recorrer tu cabello con mi respiración, tu cuello y tus orejas.
Cada segundo la pasión crece, te quiero mas cerca, ahora yo soy el que te siente muy dentro,.tan dentro de ti como para arrancarte un grito silencioso un gemido de pasión, desbordando toda tu sensualidad en un momento, un momento, solo eso…
Te recuesto en esa cama, en la que duermo, mi lengua recorre cada centímetro de tus pechos, tu abdomen, haciendo pequeños movimientos, hasta llegar a tu pubis, donde me detengo y lo observo, lo contemplo, hombre al fin y al cabo, con tu falo bien erecto, mi boca no puede contenerse, le urge tenerlo dentro, se le insinúa sacando su lengua, tocándolo húmedamente, besándolo, acariciándolo, para culminar succionando ese licor que emerge
desde adentro....
imagina ............
tus manos entrelazadas con las mías, transmitiendo, sensualidad y calor, comprensión y amor, si como un pacto, un pacto entre los dos, ni Dios, ni la Naturaleza, solo tu y yo.
Entonces mirare tus ojos fijamente, entrare a tu cuerpo, a tus pensamientos y sentimientos por tu mirada, me acerco a tu corazón, casi imperceptiblemente, con mucha cautela, no quiero que cierres tus ojos, no antes de entrar por completo a tu ser, no antes de hacerte soñar, vivir y sentir como yo te vivo, como yo te siento, no con reglas, ni tabúes, solo con un infinito amor y una fuerte pasión que me mata.
Cuando este tan cerca de ti mis labios besaran suavemente los tuyos, mi aliento te embriagara. Si puedo sentir tu boca, tu lengua jugueteando con la mía, mientras, mis brazos se engancharan a tu cuello, los tuyos a mi cuerpo. ¿Puedes sentirlo? mis manos bajan lentamente por tu espalda desnuda, aprisionándola contra mi pecho, los besos se vuelven interminables, intensos, pero decido recorrer tu cabello con mi respiración, tu cuello y tus orejas.
Cada segundo la pasión crece, te quiero mas cerca, ahora yo soy el que te siente muy dentro,.tan dentro de ti como para arrancarte un grito silencioso un gemido de pasión, desbordando toda tu sensualidad en un momento, un momento, solo eso…
Te recuesto en esa cama, en la que duermo, mi lengua recorre cada centímetro de tus pechos, tu abdomen, haciendo pequeños movimientos, hasta llegar a tu pubis, donde me detengo y lo observo, lo contemplo, hombre al fin y al cabo, con tu falo bien erecto, mi boca no puede contenerse, le urge tenerlo dentro, se le insinúa sacando su lengua, tocándolo húmedamente, besándolo, acariciándolo, para culminar succionando ese licor que emerge
desde adentro....
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lunes, 9 de marzo de 2009
EL PARQUE
Caminábamos tomados de las manos por la calle, estaba haciendo un poquito de frio, te pedí que me abrazaras, que sentía frío y tu brazo rodeó mis hombros, de repente llegamos a un parque y nos sentamos en una banca apartada, bajo un enorme árbol, estaba frio y te pedí que me dieras calor, y comenzamos a besarnos, tus labios se posaron sobre los míos y poco a poco nuestras lenguas se encontraron, me separaste y te quitaste tu chaqueta y me la pusiste a los hombros, yo pensé que era un gesto muy tierno de tu parte, pero tu intención era otra; comenzaste a desabrochar mi blusa un botón, luego otro, luego otro y empezaste a jugar con mis senos la chaqueta nos protegía de las miradas indiscretas y continuamos besándonos, me empecé a excitar y mis manos comenzaron a acariciar tu pecho, desabroche los primeros botones de tu camisa y tuve acceso a tus pezones, los cuales pellizque con ternura, tu continuabas besándome, no me dejabas respirar, me separaste de tus labios y volteaste a ver si había gente, me levantaste de la banca y nos fuimos detrás del árbol, te colocaste con la espalda en el tronco del árbol y me abrazaste, me dijiste cuanto me deseabas, cuanto te gustaba estar conmigo entre tus brazos, cuanto deseabas que hiciéramos el amor y comenzamos de nuevo a besarnos, yo acariciaba tu pecho y tu mis senos, los lambias, los chupabas, los succionabas.
Luego mi mano se aventuró y baje el cierre de tu pantalón y accedí entre tu ropa hasta que llegue a tu pene y lo comencé a acariciar, tú volviste a mis labios y continuaste besándome, abandonabas mis labios para besar mis senos y yo te acariciaba ahí, justo en ese lugar que tanto te gusta, me solté de tus brazos y me hinque en la hierba, y te pregunte ¿te gustaría sentir mis labios, rodando tu pene?, me contestaste que si y puse mis labios en la punta, saque mi lengua y trace un circulo imaginario a su alrededor, luego poco a poco lo fui introduciendo en mi boca hasta que lo sentía todo dentro, volví a tener solo la punta entre mis labios y empecé a succionar en forma suave, tu me decías “No pares”, “Sigue”, te acaricie con mi lengua recorriendo toda su longitud y volví a introducirlo en mi boca, tu me tomaste del cabello ya fuera de ti, y me acercabas más a ti, querías que te liberara, me pediste más y más, jadeabas, sudabas; arañe con mis uñas tus testículos los apreté y explotaste en un orgasmo sin fin, tus piernas temblaban y te dejaste caer hacia atrás saciado, tu cabeza se posó en el tronco del árbol, me
domingo, 8 de marzo de 2009
TU FANTASIA RELATADA POR MI, SEGUNDA PARTE
Seguíamos besándonos, sus besos eran tiernos, tranquilos, estaba poco a poco regresando a la tierra después de ese orgasmo tan explosivo, yo sentía cada vez más la humedad entre mis piernas, mi vientre palpitaba, estaba muy excitada, y mis besos fueron subiendo de intensidad, le pedí que por favor me liberara de mi tormento, que me hiciera el amor y el comenzó a acariciar mis senos, con sus manos, con su lengua, me repetía una y mil veces lo mucho que le gustaban, el como se levantaban al son de sus caricias, su mano bajo y la puso entre mis piernas, justo en la unión de las mismas y yo sentí como el deseo se hacia liquido en mi interior, mi desesperación se hacia evidente y le suplique que por favor me liberara de ese tormento, y desabrocho mis pantalón y metió su mano, me dijo que le gustaba el sentir mi humedad y pronto metió sus dedos en mi, yo estaba solo esperando ese momento y el cielo pareció explotar, me dijo que le gustaba como mi vagina se contraía presionando sus dedos, pero yo quería sentirlo dentro, que nos fundiéramos en uno sólo y le rogué que me penetrara.
Tome su pene entre mis manos y le dije “por Favor, por favor quiero sentirte dentro”, el continuaba besando mis pechos, mordiéndolos, succionándolos, las sensaciones en mi cuerpo estaban a mil, me incorpore y lo recosté en el pasto y me senté sobre él lo guie a mi interior y sentí como milímetro a milímetro encajaba perfectamente en mi interior y nuestros movimientos se sincronizaron, le acaricie su pecho, y baje mi cabeza para robarle un beso, mi urgencia no tenía límite, me incorporé y guié mi mano a sus testículos, los acaricie y sentí como su miembro crecía más y mas dentro de mi, Mi vagina lo apretaba más y más, quería liberarse, pero el no quería parar, me pidió que me hincará en la hierba y me tomo por detrás, las sensaciones crecían, mi vagina escurría y en mi desesperación me aferraba a la hierba que estaba bajo nosotros, le pedí más y más, mis pezones estaban erectos y el los tomaba en sus manos, los apretaba luego tomaba mi cadera y me apretaba más a él; y seguimos moviéndonos el entraba y salía de mi y pronto explotamos juntos en un orgasmo sin fin, caímos exhaustos en la hierba, no importaba nada, la noche ya había caído y era cómplice de nuestro encuentro, las luces en los jardines llegaba tímida, como no queriendo interrumpir ese momento................................
Pronto el frío se coló en nuestros cuerpos enfriando poco a poco nuestra pasión y nos dimos un beso. Abrazados, viendo el cielo que se divisaba entre los arboles
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miércoles, 4 de marzo de 2009
LAURA, LA VENDEDORA DE SEGUROS
Primero me presentaré, como ya lo he mencionado me llamo Laura, tengo 32 años, vivo al norte de la ciudad de México, soy agente de seguros de una importante compañía transnacional desde hace 3 años, soy viuda desde hace 4, bueno ahora la parte física, soy morena clara, ojos grandes y cafés, cabello liso y castaño, tengo una linda boca, mis senos son más bien grandes (110 cm), soy delgada y con una cintura que muchos han calificado de excepcional, concluyendo con un par de grandes piernas.
Mi historia comienza un año después de que mi marido murió, el dinero se había agotado y yo tenía una gran casa y muchas responsabilidades de las que hacerme cargo, así que tuve que regresar al trabajo, que dicho sea de paso, habían transcurrido algunos años desde mi último empleo. Conseguí trabajo en una Aseguradora bastante grande, vendiendo seguros para el retiro, lo cual hago con mucho gusto ya que me ha comenzado a ir bien.
Pero mi pequeña gran aventura comenzó al conocer a Alfonso, el hijo de una de mis mejores amigas, que apenas había comenzado a trabajar en una importante empresa, así que viendo la nueva oportunidad no podía dejarla pasar, es joven, con una brillante carrera por delante, con buen sueldo, soltero, en excelente condición física, así que era mi elección obvia para venderle uno de mis mejores planes de seguro y por supuesto obtener una jugosa comisión por ello.
Entonces, insistí mucho para poder hablar con él y ofrecerle un excelente trato para la contratación de su seguro, pero el muchacho se hizo del rogar, tuve que insistir durante 3 o 4 semanas para poder concretar la cita, ya que según él, tenía muchas ocupaciones, en ese momento sólo pensé que era un muchacho arrogante y pedante, pero después de mi octava llamada, por fin me dijo que podría platicar conmigo el siguiente sábado, y así fue, me preparé con mis mejores galas, un bonito saco azul, debajo de éste una blusa blanca que apenas dejaba entrever mi diminuto sostén blanco, una falda azul arriba de las rodillas, mi tanga azul de la suerte ( la que siempre uso cuando quiero concretar una venta) y unos zapatos igualmente azules que combinaban con mi atuendo.
En cuanto llegué a su departamento ya me estaba esperando Alfonso; él es un precioso hombre de 24 años, blanco, ojos verdes, 1.82 mts de estatura, un bien formado y fuerte cuerpo producto de sus años en el gimnasio, (esto lo se porque me lo contó durante su entrevista), estaba vestido con un short del tipo que usan los jugadores de basquetbol y una playera sin mangas que dejaba ver sus fuertes brazos, (fue en este momento cuando lo comencé a notar, ya que al principio pensaba que era muy chico para mi).
La entrevista comenzó y todo se desarrollo normalmente, hasta el momento en que pretendía cerrar el trato, todo estaba listo y le había dado una exposición magistral del plan de seguro, pero me dijo que debía consultarlo con la almohada y que tendría su respuesta en algún tiempo, así que más furiosa que contenta le dije con una gran sonrisa, “claro, es una decisión muy importante y tienes que pensarlo bien”, acto seguido me lo agradeció y me acompaño a mi auto para despedirme. Me sentía decepcionada y frustrada, pero ese mismo día tuve una segunda entrevista con una señora de edad avanzada que contrató un muy buen plan de seguro por el que obtuve una muy buena comisión, por lo que ya no le di tanta importancia a Alfonso.
Tras 3 semanas de espera, por fin recibí una llamada de aquel joven que me había dejado tan impresionada, era sábado y me dijo que estaba por la zona en la que yo vivo y que tenía algunas dudas adicionales sobre el plan que le había ofrecido y ese día tenía el tiempo suficiente para platicar sobre el tema, obviamente accedí a que me visitara en mi casa, pero al momento de colgar el teléfono entré en pánico ya que tenía puesto un pants y una playera horrible, dado que estaba realizando el aseo.
Me metí a bañar rápidamente, me cambié y me puse lo mejor que pude encontrar, una linda blusa color rosa y una falda mucho más corta que la que use la última vez, (esto es un truco recurrente en mi profesión), Finalmente después de 35 minutos, Alfonso llegó.
Lo invité a pasar inmediatamente y le ofrecí antes que nada algunas galletas con café para platicar, accedió gustoso y le pedí que tomara asiento en la sala mientras preparaba todo; no tardé mucho y en menos de 5 minutos tenía listo todo y le llevé el café con las galletas sobre una charola plateada, pero cometí un terrible error (claro, si hablamos del seguro, ya que en lo personal fue uno de mis mejores aciertos);
Cuando estaba a un par de metros de él, tropecé y derramé el café caliente sobre sus pantalones y camisa, la reacción fue inmediata, de un solo salto llegó a la mitad de la sale y se quitó la camisa; yo inmediatamente le ofrecí una disculpa y le dije que podía lavar su ropa y secarla en menos de 30 minutos, el accedió y le presté una bata que tenía, le dije que podía cambiarse en el cuarto contiguo, así lo hizo.
Un minuto después salió aquel hombre con la bata, que por cierto le quedó bastante chica, y me dio su ropa para ponerla a lavar.
Al regresar a la sala no pude dejar de notar su enorme equipo, que lucía ya un poco excitado por la situación, vaya si parecía grande, y si a mi hay algo que me pone a cien es un pene grande. Alfonso notó inmediatamente que no podía quitarle la vista de encima a aquel animal que tenía entre las piernas, así que decidió aprovechar la situación, súbitamente se puso de pie y me pidió un vaso de agua. Fui corriendo a la cocina y cuando regresé estaba ahí sentado con la bata entreabierta, cuando le dí el vaso de agua se pudo de pie, y mientras bebía la bata quedó totalmente abierta dejándome ver aquel hermoso cuerpo y una trusa negra con aquel miembro descomunal.
No puede contenerme y tome su pene con una de mis manos sobre la trusa, Alfonso respondió inmediatamente y se quitó de un solo movimiento la bata y me pidió que le quitara la trusa, accedí inmediatamente y me agaché para deslizar esa trusa por ese par de piernas que aunque estaban muy bien formadas, no eran nada en comparación del pedazo de carne que tenía frente a mí.
Casi como una reacción involuntaria, introduje su delicioso pene en mi boca, ya que como se los había comentado tengo una afición por los penes enormes, comencé a pasar ese pene por toda mi boca, yo gemía de placer, era justo lo que necesitaba en ese momento, ese enorme miembro que no podía soltar, mientras Alfonso solo me veía de pie, sonriendo maliciosamente cuando me dijo: “quiero que lo disfrutes, chúpamelo hasta que te canses”, esas palabras subieron aún más mi excitación y mientras ponía mis dos manos en su firme trasero, bajé mi boca para literalmente succionarle los testículos mientras su pene reposaba sobre mi rostro.
Así continué por otros quince minutos, disfrutando de aquel regalo que me había caído, sin decir una sola palabra, solo lamiendo y chupando si parar.
Cuando Alfonso se sintió ya más excitado, me ordenó que me pusiera de pie y me quitara toda la ropa, yo ya no era dueña de mi misma, en ese momento solo obedecía todas y cada una de las órdenes que Alfonso me daba; primero me pidió quitarme la blusa y la falda, dijo: “te quiero ver en ropa interior”, me pidió que pusiera música y bailara un poco para él, después me ordenó tajantemente: “quítate la tanga y el brassier”, yo lo hice inmediatamente dejándole ver todo mi cuerpo.
Alfonso me ordenó que me pusiera en posición de cuatro puntos, así lo hice inmediatamente, sometiéndome a todos los deseos de aquel chico que ya no tenía el menor respeto ni pudor, me penetró bruscamente y comenzó a hacerme el amor sin parar mientras con una de sus manos golpeaba mis nalgas y con la otra tomaba uno de mis senos.
Así continuo por algún tiempo, me hizo realizar 4 o 5 posiciones diferentes, pero cuando sentía que iba a llegar, saco su gran miembro y me ordenó abrir la boca, me dijo: “abre esa boquita que te voy a dar lo que más te gusta”, yo ya no podía esperar más, ya que me había venido 2 veces durante todo el acto y el simplemente no paraba, me metió su enorme verga casi hasta la garganta y ahí se vino, sentí un caliente y rico chorro que recorrió directamente mi garganta mientras Alfonso literalmente me cogía por la boca, sosteniendo mi nuca con ambas manos para que no pudiera hecharme para atrás (aunque yo no lo deseaba en lo más mínimo).
En cuanto término me pidió su ropa y se vistió inmediatamente, y me dijo que ya debía irse porque era muy tarde, pero que regresaría para terminar con nuestro asunto, y sin dejarme decir una sola palabra tomo sus cosas y se fue.
Este fue el inicio de uno de mis mejores clientes, ya que después regresó para cerrar el trato y traerme más amigos que “querían un seguro”
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martes, 3 de marzo de 2009
VIDEO: DE PUNTA A PUNTA
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Encuentro húmedo...
El calor en estas noches de Mayo es insoportable…
Quiero tomar una ducha fría para mitigarlo; además, tu cumpleaños se acerca y te prometí anticiparte algo y, que mejor que tomando una ducha para inspirarme.
Tu recuerdo viene a mí.
Me desvisto, entro a la regadera, el agua fría cae de golpe en mi cabeza, de ahí lentamente recorre mi cara, baja por mi cuello, toca mi pecho, roza mis pezones…
Tu recuerdo llega a mi más fuerte.
Disfruto esta ducha, así como tu imagen; cierro los ojos y evoco tú mirada, tu sonrisa, mientras me veo frente a ti, mordiéndome los labios y no aguantándome las ganas de besarte…
Enjabono mis manos con gel aromatizado en jazmines, rosas y musk, restriego la borla con jabón en mi espalda, mi abdomen…
Tú, sigues en mí.
El agua es más tibia al tacto en mi piel, mis ojos se entreabren para hacer más firme tu imagen…
Que ya no lo es, porque realmente estás aquí, percibiste mi sentir y has llegado…
Estás frente a mí, desnudo y con esa sonrisa tuya que me desarma completamente… Es tan delicioso tenerte aquí conmigo.
¡Te he extrañado tanto!
¡Te he necesitado demasiado!
Sigo embelesada de ti… Me das masaje en los hombros, te acercas a mi cuello y lo besas suave, despacio…
¡Me necesitas también!, lo siento en tus caricias.
Estás detrás de mi, el agua sigue recorriendo nuestros cuerpos, húmedos y ansiosos de besos, abrazos, caricias… El cuarto de baño es nuestro santuario por ahora…
Disfrutamos tanto de estos momentos, que sólo nos dejamos llevar.
Mis manos recorren tus caderas, tus manos hacen lo mismo con mis senos mientras tu boca busca la mía, ávida de mis besos, mi pasión… Pasión Inolvidable en ti.
Nuestras caricias van en aumento, nuestro calor hace más tibia el agua que nos recorre, ¡No importa!, no la sentimos, solo los dedos, palpando nuestra piel, recorriendo cada espacio, cada lunar, cada cicatriz…
Recuerdas mi cicatriz baja y la delineas con tus dedos, con tu lengua… Yo hago lo mismo con tu pequeña cicatriz, en donde solo tú y yo sabemos…
En ese lugar que tanto me excita…
Eres tan tierno y suave con tus dedos, con tu boca que, nuestro éxtasis va en aumento.
Me volteas a ti, quedamos frente a frente, nuestras miradas se funden, nuestras bocas se buscan, mis manos entrelazan tu cuello y las tuyas se aferran a mis caderas…
¡Ya sé lo que estás pensando Bimbollo!, así que solo me lo confirmas:
“Chaparrita, Me Encanta Perderme
en tus Caderas, en tus Senos…”
Con solo vernos ya sabemos lo que pensamos…
Me atraes hacia ti y nuestros labios se unen en un beso indescriptible; nos hace estremecer el sentir nuestras lenguas juguetear; mi lengua delinea tus labios húmedos, ansiosos por poseerme.
Tus manos son un rítmico vaivén desde mi espalda hasta mis caderas, mi pierna se enlaza con la tuya… Estoy húmeda, te siento excitado… El deseo y placer es mutuo.
Mis manos traviesas se posan en tu trasero, ¡Qué me encanta!, y tu lo disfrutas, te dejas llevar por mis movimientos, tu pierna roza mi sexo suavemente…
¡Estamos conectados completamente!, nos aferramos uno al otro, mis dedos recorren tu cuello, tu espalda, tu sexy trasero, y de frente llegan a su objetivo…
Tu sexo apacible es ahora un volcán casi en erupción.
Me detengo, no quiero que aún llegues al final… Tomo tu mano derecha y mojo tus dedos con mi saliva para que luego recorras mis pezones.
Lo mismo hago con tu mano izquierda, pero no con mi saliva, sino con mi esencia natural… ¡Ese detalle te encantó!...
Tú mismo hurgas un poco dentro de mí y esa humedad en tus dedos la llevas a tu sexo.
Estamos más que excitados, ansiábamos tanto un momento así, vivirlo a fondo, sentirlo intensamente, cubrir nuestros cuerpos con agua y juguetear al tiempo que recordamos nuestros encuentros… Al final, las palabras están de más…
¿Mr. Big, Recuerdas cuando me dijiste que estabas en práctica del abecedario y que ibas ya en la letra “F”? –Te pregunto yo-
De eso hace ya cinco meses, así que me susurras que ya terminaste con las letras y hasta al revés lo sabes…
Quien nos leyera ahorita, no sabría ni de qué estamos hablando, pero tú y yo perfectamente sabemos de qué se trata…
“¡Mmm!... Será una experiencia inolvidable Chaparrita, ya verás” -Me dices tú-
Ya no decimos nada solo nos abrazamos y te digo:
“Me dejaré entonces llevar por ti Corazón…”
Mi Delicia Terrenal, eres mi inspiración, has devuelto luz a mi existir, reavivaste la chispa en mis pensamientos, y hoy, que estamos aquí, unidos, no hay satisfacción más grande que ver esa sonrisa en tu rostro y tus manos acariciando mi cara… ¡Hazme Tuya! Te deseo tanto como tú a mí.
Dejemos otra vez huella el uno en el otro, de esos momentos tan íntimos, tan nuestros que solo Dios sabe cuándo se repetirán.
Nuestras miradas se buscan, estoy frente a ti, pegada a la pared, me levantas la pierna izquierda y lentamente entras en mí…
Te abrazo fuerte, nos besamos, nuestros cuerpos siguen su cadencia natural del momento…
¡No queremos que este candente
momento termine!
Nos aferramos más uno a otro; te mueves tan bien, que das en mi punto exacto…
Muerdo tus labios, nuestras lenguas húmedas juguetean nuevamente y al fin, llegamos al gran momento.
Al unísono terminamos…
Nos quedamos abrazados, besándonos, aún con el agua recorriendo nuestros cuerpos, por hoy, entregados a disfrutar en pleno.
No fue nuestra imaginación o algún sueño reprimido, realmente fui tuya, fuiste mío…
lunes, 2 de marzo de 2009
Tu fantasía relatada por mí…………….PRIMERA PARTE
Ayer en la tarde El me pidió que lo acompañara a la Universidad, tenía que realizar unos trámites en la rectoría, como yo no conocía el lugar, me dijo que terminando me llevaría a dar un recorrido, el se desocupó después de las 6:00, la noche empezaba a caer, y las luces en los jardines se empezaron a encender; me tomo de la mano y me fue explicando con esa voz que me encanta los distintos lugares por donde pasábamos, se empezaba a sentir ya el viento helado de la tarde y noto que yo tenía frío, por lo que me abrazó y continuamos caminando.
El parecía niño, contando anécdotas de su época de estudiante y a mi me fascina la forma que tiene de apasionarse en los temas que le gustan, llegamos a un jardín inmenso, todo a mi alrededor estaba verde, había árboles y setos altos, el lugar lucia vacío, por lo que me atreví y le pedí que me diera un beso, me abrazó y empezó a besarme en una forma lenta, tierna y al mismo tiempo me acariciaba con sus manos mi espalda y bajaba las manos para tocar mis nalgas y me apretó contra él.
Yo vestía a petición de él un pantalón negro y una blusa amarilla que a él le encantan así que los ánimos se encendieron y buscó entre el jardín el lugar más intimo y me condujo ahí, se quitó su chaqueta y la puso en el pasto y nos sentamos, continuamos besándonos y pronto la pasión se abrió paso, yo sentía la humedad entre mis piernas, sus manos en mis pechos, que metió a través de mi blusa y yo comencé a explorar su pecho, de vez en cuando la brisa helada llegaba hasta nosotros, pero era tanto el calor que desprendían nuestros cuerpos que era como la brisa del mar refrescante.
Me subió la blusa y me desabrocho el brasier, para tener acceso pleno a mis pechos y me empezó a besar, me dijo que le encantaban mis pezones, que se quería dar un festín y yo sólo arquee mi espalda para acercarlos a su boca ansiosa, yo sentía la humedad entre mis piernas, necesitaba sentir sus manos, y se lo dije, pero el me dijo que no me apresurara que teníamos tiempo y continuo yendo de un pecho al otro, besando, chupando, succionando, yo estaba a punto de tener un orgasmo y en mi delirio busque el cierre de su pantalón y lo abrí, busque entre su ropa y tome su pene con mi mano, el jadeo, le gustó la forma en que mi mano se cerró en su miembro y me dijo que le gustaba que lo acariciara justo ahí, me volví un poco más atrevida y poniendo mi mano en su pecho lo empuje para que se recostará y le dije que quería besarlo y le hice la pregunta que tanto le encanta “¿Te gustaría sentir mis labios rodeando tu pene?” y pronto me contestó que “siii”; así que me hinque a su lado y comencé a besar su pene, al momento de sentir mis labios rozándolo, emitió un suspiro que me llegó al corazón, y me dio la pauta para saber que era lo que le gustaba, los olores de nuestros cuerpos se confundían con el olor de la hierba de nuestro alrededor, la tarde cómplice de nuestro encuentro se oscureció un poco más para darnos la intimidad que necesitábamos.
Sólo nos llegaba el resplandor de las lámparas, por lo que me volví más atrevida y comencé a devorarlo con mi boca, el me pedía más, me decía lo mucho que le gustaba el sentir mis labios en su pene, y con mis uñas comencé a acariciarle entre las piernas mientras mi boca se daba un festín.
Pronto la urgencia dio paso y puso mi mano en mi cabeza y estableció su propio ritmo mi cabeza subía y bajaba, y sus caderas se levantaban, me dijo que quería vaciarse en mi boca, siempre tierno pensando en mi y yo accedí, quería demostrarle cuanto lo deseaba, cuanto lo amaba, y succione solo la punta de su pene y explotó en un orgasmo explosivo, nunca lo había oído gritar, pero fueron tan intensas sus emociones que no lo pudo ocultar, me recosté a su lado y comenzamos a besarnos.......................
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